La crisis de cambio climático no ha sido prioridad para Los Altos; no existen políticas públicas estatales o federales
Aunque está documentada la reducción en producción de alimentos, y que dos mil lecheros desertaron, no hay políticas para atenderlo
La merma documentada de producción agrícola y ganadera de Jalisco en los últimos quince años, por aumento de temperaturas (cambio climático), tiene como escenario geográfico fundamental a su región más productiva, en términos del sector primario: Los Altos de Jalisco, que aportan un quinto de la riqueza estatal. Y no obstante lo que la ciencia han acreditado, no hay una sola política sistemática de los gobiernos de Jalisco o federal para afrontarlo.
Esto lo ha reconocido en dos ocasiones la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, en sendos procedimientos de transparencia; lo ha admitido indirectamente (al evadir responsabilidad en contestar una pregunta sobre la existencia de planes y acciones) la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) lo que motivó a que la justifica federal concediera un amparo para obligarla a contestar con “sí” o “no”, y lo confirman tanto los organismos sociales de los alteños como los propios científicos que han elaborado trabajos sobre el tema.
“Los efectos del aumento en las temperaturas (máximas y mínimas) en Los Altos de Jalisco se han sentido gradualmente desde los últimos 20 años. Esto se ve reflejado primeramente en la naturaleza: los árboles son muy sensibles a los cambios de temperatura y ajustan sus periodos de floración y niveles de producción de frutos a las nuevas condiciones. Al ser la región agropecuaria por excelencia, estos efectos negativos afectan tanto a la producción de forrajes para el ganado, como la producción pecuaria, principalmente en leche, huevo y carne”, apunta el presidente del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en Jalisco, ente creado en 2014 justo para atender de forma prioritaria, pero no exclusiva, la crisis dela región y el debate de cómo la exportación de aguas de la cuenca del río Verde a la del Turbio podría amenazar la producción de riqueza y la generación de empleos en la zona.
“Actualmente no existen programas gubernamentales para mitigación de los efectos por cambio climático ni asistencia técnica y son los propios productores quienes hacen esfuerzos empíricos para paliar los impactos, ya sea utilizando semillas mejoradas más resistentes a plagas, que requieren menos agua; como mejora genética en la ganadería y adaptaciones en las instalaciones de crianza y producción. No obstante los grandes esfuerzos, las pérdidas son considerables, sobre todo para los medianos y pequeños productores al ser ellos quienes padecen las consecuencias de la orfandad tecnológica y económica de las dependencias gubernamentales”, añade el
activista.
En el caso de los cultivos, “sólo con pequeñas variaciones en el régimen pluvial como son la falta de lluvia de días o semanas a la mitad del ciclo, han significado pérdidas en sus cosechas que van desde 20 a 80 por ciento en los rendimientos, a pesar de que al final del ciclo se regularicen las lluvias y se considere de manera oficial como un temporal ‘normal’ e incluso abundante. No obstante lo anterior, se ha sostenido un crecimiento promedio positivo debido a que hasta el momento los esfuerzos y mejoras han superado en promedio a las mermas producidas. Situación que no podrá mantenerse así indefinidamente y se agravará si lograran concretar la pretensión de despojar del agua al sector para llevarla a vender a la ciudad de León, ya que no podrían utilizar el agua necesaria, en riegos emergentes, para no perder sus cosechas”.
Fundador del Consejo Regional para el Desarrollo Sustentable, promotor de un ordenamiento hídrico que no se ha dado en la zona, Márquez Gutiérrez señala que en los últimos nueve años “se calcula que unos dos mil pequeños productores de leche han dejado su actividad, impactando de manera importante al sector, sobre todo por la pérdida de su fuente de trabajo auto empleo e ingreso familiar”.
Cita información del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG: “en la región alteña se tiene una precipitación media de 667 milímetros [mm] y una evaporación total media de 1,893 mm, esto se ve reflejado en la pérdida de humedad en el suelo, sobre todo al final el temporal de lluvias y que impide la práctica de cultivos que se realizaban habitualmente al terminar el ciclo de lluvias. Este escenario demanda de manera urgente la implementación de las recomendaciones emitidas por el Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua para el Estado de Jalisco,
sobre todo las del ordenamiento hídrico, la cancelación del pretendido trasvase, la creación de unidades de gestión hídrico y el extensionismo ambiental”.
En la veintena de municipios de la demarcación, el sector agropecuario es el principal generador de empleos: posiblemente ocho de cada diez puestos de trabajo tengan que ver con el sector, de forma directa o indirecta. “Y la emigración a Estados Unidos ya no es la opción que se tuvo por muchas décadas para paliar las bajas en el sector”.
SIN PROGRAMAS O POLÍTICAS PÚBLICAS
En cuanto a las dependencias, el ciudadano Alejandro López Aguayo preguntó en dos ocasiones sobre el tema a la Semadet. La primera ocasión pidió una “relación de programas y/o planes y/o proyectos y/o actividades realizadas por la Semadet ante el cambio climático y la sequía en el estado de Jalisco” (expediente 216/2016).
“La Dirección General de Política Pública y Gobernanza Ambiental, a través de su dirección de área de gestión transversal ante el cambio climático, informó no contar con programa alguno, plan o proyecto o actividad que realice la Semadet referente al cambio climático y la sequía en el estado de Jalisco, no obstante señala que esta secretaría ha impulsado los trabajos de la Comisión Interinstitucional para la Acción ante el Cambio Climático…” (respuesta del 7 de julio de 2016, oficio SEMADET UT/545/2016).
Poco más de un año después, el mismo solicitante pidió: “la Comisión Intersecretarial para la Acción ante el Cambio Climático, ¿tiene una posición documentada y soportada sobre la presa El Zapotillo y el acueducto Zapotillo-León, en particular, desde el principio precautorio? En caso afirmativo, solicito copia del documento o documentos que contengan dicho posicionamiento o estudio” (expediente 437/2017).
La respuesta fue negativa, “derivado de que la información solicitada es inexistente…”.
El mismo ciudadano le pidió a la Sagarpa que le indicara si tenía información sobre el impacto del trasvase de El Zapotillo a León, sobre la salud de las unidades de producción agrícola y ganadera alteñas. La secretaría federal respondió de modo indirecto, pues aseguró que no era “de su competencia” el tema, sino de la Conagua (es decir, un problema de ganaderos y agricultores… no compete a la Sagarpa). López Aguayo acudió al amparo.
El juicio 3145/2017, fue fallado por el juez Octavo de Distrito en Materias Administrativa y de Trabajo en el Estado de Jalisco, el pasado 27 de junio de 2018.