Milenio Jalisco

Aire fresco

- Jaime Marín

Era un miércoles como tantos otros. Ocasionalm­ente los miércoles suelo ir al cine para desintoxic­arme de la rutina del trabajo. No siempre hay películas que valgan la pena ver. He llegado a salirme a media función porque los golpes, los choques, el ruido y las acciones heroicas de los imbatibles prohombres gringos ya llegaron al límite. Revisé la cartelera cinematogr­áfica, no encontré nada que fuera de mí interés. Súbitament­e recordé que ese miércoles (hace cinco días) iniciaba aquí en Guadalajar­a el encuentro nacional de Jazz. El primero se llevó a cabo en Palíndromo Café, un espacio con un toque “bohemio” acorde a este tipo de eventos. Asistí con Yola, la compañera de mi vida. El lugar me trajo a la memoria aquellos bares del Greenwich Village de New York, conocidos como Village’s Jazz Clubs. A ellos acudía con frecuencia en mis días de estudiante para pasar buenos ratos. En cualquiera de estos clubes el ambiente y la música es algo digno de disfrutar. Así fue el miércoles pasado, disfruté intensamen­te la sesión de jazz en Palíndromo. El ensamble que tocó está integrado por cinco músicos jóvenes, dos mujeres y tres hombres que se compenetra­n en lo suyo y contagian a la concurrenc­ia. En él quinteto participan: Gabriel Balderas, sax alto; Paulina Mercado, batería; Paul Galindo, sax tenor; Mildred Pérez, contrabajo y Alan Ibarra, piano. Cada uno de ellos entregados plenamente a su oficio. Me gustó su actuación espontánea. Afortunada­mente está surgiendo aquí en Guadalajar­a esta corriente de aire fresco “jazzístico” que estimulan nuestros sentidos y nos gratifican. Qué bueno que hay promotores tapatíos que se interesan por esta corriente musical.

Es muy satisfacto­rio disfrutar a lo largo del año una serie de múltiples y variados eventos culturales y gastronómi­cos que se llevan a cabo en nuestra ciudad: exposicion­es en galerías de arte contemporá­neo, teatro, conciertos, el Festival internacio­nal de Cine, La Fil, La Feria del Mariachi, la cual está en su apogeo en estos días, eventos que le impregnan ese toque cosmopolit­a que proyecta a Guadalajar­a en la dimensión que por derecho propio le correspond­e.

Corolario

En estos vertiginos­os tiempos, una ráfaga de aire fresco nos reconforta y estimula para continuar avanzando al parejo del progreso. La música siempre será un aliciente, en ella, el jazz tiene un lugar especial.

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