¿Informe o infomercial?
Aunque no había certeza jurídica sobre si el sexto Informe de gobierno de mi Licenciado Peña fue informe o infomercial a juzgar por la cantidad de spots que de manera benemérita soportaron sus inigualables argumentaciones, cabe decir que se trató de un espectáculo fundamentalmente republicano, pero sobre todo honesto, riguroso, sin un ápice de autocomplacencia y con buenas dosis de autocrítica de esa que no suele verse entre los políticos mexicanos.
Y mejor que tan magno evento profundamente democrático no se llevara a cabo en San Lázaro donde, la verdad, no se tienen los elementos disponibles como para armar un show político como el que pudimos presenciar por televisión, muy estilo Netflix, entre La casa de las
flores y Luis Miguel, la serie, con un twist de El Chapo.
Y como en toda telenovela bien narrada, pudimos asistir a la defensa del héroe caído, a su resurrección en medio de una turba incapaz de entenderlo o comprenderlo y que no deja de señalarlo como parte de la mafia en el poder, hasta transformarse en una espléndida ave fénix que resucita de sus propias cenizas. Sobre todo cuando dejó en claro que su sexenio no solo fue una maravilla sino propiamente dicho una cosa esplendorosa. Gracias a las reformas estructureichons, México es una nación próspera a niveles suizos donde prácticamente no hay desempleo y apenas un puñado de pobres que lo son casi que por usos y costumbres. Y si bien es cierto que no se lograron los objetivos en materia de seguridad, las grandes mayorías viven en un ambiente de paz y tranquilidad. Por supuesto, la reforma educativa no puede ser más encantadora y sólida, solo comparable con las maravillas del aparato justiciero nacional encarnado en la eficiente PGR. Bueno, quizá le faltó darle el golpe definitivo a unos góbers preciosos y luego por el sobrevalorado debido proceso escapó la maestra Gordillo y quizá en el futuro toda la Loca academia de javidús, pero lo bueno es que tenemos salud.
Acá lo que importó fue que Canadá faltara en la mesa de negociaciones del TLC y no que faltaran 43. Contemplamos las furtivas lágrimas de
La Gaviota y sus chicas que tristemente ya se veían fuera de la tierra prometida de Los Pinos. No se vale. Lo bueno es que el legado de mi Licenciado Peña perdurará por los siglos de los siglos, hasta que aplaudan y los chiles les embonen.
Ya no hacen informerciales, digo informes como estos.