Hotgo: el Netflix porno
dvertencia: esta es una columna solo para adultos. Por favor no la lea si usted tiene menos de 18 años.
Vamos a decirnos la verdad: a muchas personas nos encanta la pornografía, los contenidos para adultos, los videos sensuales, las películas eróticas.
Y ahora con internet, ¡bueno!, esto es una locura. Hay material para dar y regalar.
La bronca es que mirar este tipo de conceptos es poco menos que un infierno.
Por un lado, si usted se mete a tal o cual portal, su dispositivo acaba infectado con los peores virus del mercado.
Por el otro, solo Dios sabe de dónde salieron esos videos. Pueden ser de gente muy dispuesta. Pueden ser víctimas de trata.
Y en medio, hay que hacer milagros para borrar el historial en el apartado correspondiente de nuestras plataformas, cuidar a los niños para que no lo vean y rezar para que el dato no quede grabado en el algoritmo que al rato le aparecerá a otra persona de la familia. ¡Es bastante complicado!
Sí usted, como yo, sufre con esto, le tengo una magnífica noticia: HotGo.
¿Qué es? Un sistema de distribución de contenidos en línea solo para adultos de amplio criterio. Es el Neftlix del erotismo. Es la solución a muchos de nuestros problemas.
¿Sabe usted lo que es poder ver esta clase de videos en el celular, en la tablet o en la computadora y, como en el caso de las series, poderlos mirar cuando queramos, donde queramos, solos o acompañados?
Es un cambio radical que no ha descuidado nada. HotGo no le va a llenar de virus sus aparatos y la gente que participa en sus producciones cumple con todos los requisitos de ley.
Y, por increíble que parezca, HotGo no deja huella en la memoria de sus dispositivos, respeta a los menores de edad de la casa y jamás lo va a meter en problemas con alguna otra persona.
Es una idea brillante a un costo muy accesible que usted puede contratar con algunas compañías de cable o de antena directa al hogar o, de plano, adquirir a través del sistema de tarjetas de prepago.
¿Cuál es la nota? La posición de un montón de canales eróticos de la industria de la televisión de paga cuyo futuro estaba siendo minado por la competencia, hasta cierto punto desleal, de la pornografía en internet.
HotGo es un concepto que ya existía en el mundo de las cableras. Era un paquete que usted pagaba aparte de la cuota mensual de su suscripción e incluía señales como PlayboyTv, Venus, Penthouse, Private y Sextreme.
El “pequeño” detalle es que ese modelo de negocios, como muchos de la televisión de paga, se estaba viniendo abajo ante las ventajas de los sistemas de distribución de contenidos en línea.
¿Y qué fue lo que sucedió? Que a alguien se le ocurrió escalar aquello al nivel de un Amazon Prime Video, de un HBO GO o de un Blim y el resultado es espectacular.
¿Por qué? Porque los sistemas de distribución de contenidos en línea son una experiencia íntima, como la sexualidad. HotGo nació para estar ahí.
Estos universos tardaron pero se encontraron y yo estoy convencido de que en la medida en que esta noticia se propague, terminará por convertirse en algo mucho muy grande que llegará a integrar otra clase de propuestas.
¿Se imagina usted lo que pasará el día que HotGo sume, por ejemplo, a la comunidad LGBTI en su menú de contenidos?
Será una cascada inagotable de dinero porque son muy pocas las señales que se atreven a atender a esta parte tan importante y numerosa del mercado.
¿Y los contenidos? ¿Cómo son los contenidos de HotGo?
Hay de todo para todos, desde la tradicional elegancia de PlayboyTv hasta producciones originales de alto impacto con estrellas mexicanas como Celia Lora pasando por las películas más disparatadas, las más rudas y los programas más candentes.
Por cierto, no sabe usted el éxito de Celia Lora tanto en la venta de revistas para adultos como en sus aportaciones para HotGo.
La hija de Alex Lora no solo es un fenómeno de popularidad, es la punta de lanza de una industria centrada en el placer que apenas está conociendo la luz gracias a las nuevas tecnologías en materia de entretenimiento y comunicación.
Si me acepta un consejo, experimente con HotGo, como yo, al menos durante un mes, navegue por sus diferentes marcas, ubique sus estilos favoritos, identifique a sus estrellas consentidas y compre con esas espantosas páginas de internet donde se supone que uno va a ver una cosa y acaba mirando porquería y media.
¡Nada qué ver con nada! Es como si alguien hubiera puesto orden en el ambiente. Es una opción digna y diferente que, por mostrar lo que muestra, no goza de los canales de promoción de los que gozan otro tipo de frecuencias.
Si en verdad aspiramos a tener una televisión abierta y democrática tenemos que tratar con el mismo respeto y entusiasmo todas las ventanas, todas la opciones.
Y esto también aplica para los contenidos para adultos. ¿O usted qué opina?