Policías retirados de vuelta
Una insólita noticia ha sacudido a los ciudadanos. La policía capitalina ha hecho un llamado a sus oficiales retirados a volver al trabajo, a quienes, no obstante haber sido pensionados de forma debida, se les integrará a un lucrativo esquema con el objetivo de mantener un equipo experimentado al frente de las olas de jóvenes recién graduados de la academia.
¿Puede eso ser posible? Sí, pero no aquí. La convocatoria fue anunciada esta semana por la jefatura de la Policía Metropolitana de Londres, y no deja de llamar la atención porque el hecho pone en la mesa de discusión múltiples factores, como la confianza ciudadana con sus fuerzas del orden, el espaldarazo de los jefes actuales a sus antecesores y el reconocimiento de valores como la experiencia y la honestidad.
México tiene 39 mil policías federales,
183 mil 374 estatales y 135 mil 384 municipales. En las entidades, la que más paga es Sinaloa, con un salario tope de 14 mil
500 pesos, mientras que Nayarit tiene el más bajo con 5 mil 300 pesos. Entre los municipales el promedio es de 9 mil 200 pesos. Esos exiguos ingresos tienen muchas explicaciones, pero la más preocupante es el nivel de escolaridad de los agentes.
En promedio, estas fuerzas, estatales y municipales, poseen grado de escolaridad de 10.7 años dividida en 2 por ciento sin ningún estudio, 8 por ciento primaria, 52 por ciento secundaria, 31 por ciento bachillerato y 7 por ciento licenciatura o más. Pero la trama se complica cuando se atiende otro rubro delicado, control de confianza, con 78 por ciento ya aprobado y del 22 restante, 13 por ciento no se presentó a la prueba.
Cuando se cruzan estos datos con la percepción ciudadana de que la policía es parte del problema de violencia e inseguridad, con casos que explotan a diario sobre vinculaciones de agentes con pillos, se deduce que es imposible que algún ciudadano o alguna autoridad en algún estado se atreviera a llamar a sus policías jubilados para transmitir su experiencia a los recién egresados de la academia, como ha programado ya la Policía Metropolitana de Londres con no pocas críticas con intereses políticos, pero ningún reclamo de los ciudadanos.