A los mega fraccionamientos de Tlajomulco les urge cirugía mayor
Bernd Pfannenstein, asesor del gobierno municipal, destaca la importancia de construir desde la gente la integración de las “ciudades perdidas” del valle
Desde finales de los años 90, pero sobre todo, en la primera década del siglo XXI, Tlajomulco fue el teatro de una experimentación social colosal: la construcción de enormes fraccionamientos propiciados por la política del gobierno federal de financiar vivienda masiva para clases populares, es decir, entregar miles de créditos de vivienda a las grandes desarrolladoras para que estos pudieran construir vivienda de bajo costo. Terrenos con baja calidad urbana (inundables o sin agua, con tendencia a derrumbes, embarrancados o de vocación forestal), pero también de bajo precio, alimentaron el modelo de negocios.
De este modo, el municipio, que tenía poco más de 100 mil habitantes en 1995, albergó en
2015, prácticamente cuatro y medio tantos más: 549,442 personas. El grueso de esa explosión demográfica se da entre 2000 y
2010, en que se incorporan más de 100 nuevos fraccionamientos. Significa que en 20 años se construyó una nueva ciudad del tamaño de Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán y Autlán, de data varias veces centenaria, juntas. El resultado, bastante previsible, es que el proceso haya colapsado y decenas de estos asentamientos sean lo que el investigador Bernd Pfannenstein llama “ciudades perdidas”.
Es justamente este académico de origen alemán el que está encabezando un esfuerzo para que se afronte el desafío de integrar a cientos de miles de habitantes pobres a la conurbación tapatía. Esfuerzo que ya se había intentado, sin éxito, en gobiernos pasados, al menos en el caso del emblemático fraccionamiento de Los Silos o Silos, que tiene todos los elementos distópicos que han hecho que casi un tercio de su población original lo haya abandonado.
“Tlajomulco tiene el potencial para tomar el liderazgo y ser un referente en dar resultados y soluciones, para los problemas existentes […] hay una genuina preocupación de la gente afectada, por ejemplo, en Silos, hicimos la reunión de información [el pasado 26 de septiembre] porque dos señoras, que nos buscaron después del levantamiento de campo que hicimos con los alumnos en el marco del proyecto, se acercaron con una pregunta muy simple: ¿qué están haciendo aquí? Y es un estudio técnico que no nos sirve de nada sino estamos brindando soluciones a cada problema que vamos encontrando; esa va a ser la clave, las necesidades, y dentro de dos semanas regresaremos y se les va a dar al voz para lo del programa piloto aplicado, para ver si puede brindar estas necesidades, con una perspectiva técnica, pero también que los tomadores de decisiones tengan