Hola gatopardiano
Todos tienen derecho a casarse y gastar, en ello, lo que prefiera. De hecho, en México tenemos la costumbre de invertir en bodas, bautizos y 15 años el patrimonio construido durante una vida de trabajo con tal de dejar un recuerdo imborrable de prosperidad. A falta de viajes y futuro, el mexicano vive el presente en eterna fiesta que haga olvidar la pobreza.
El problema es el discurso. ¿Cómo armonizar la credibilidad de un vegano que usa botas de piel de víbora? ¿Cómo admitir la verdad de un clérigo —o un cantante— acusado de pederastía? ¿Cómo puede alguien con historial borroso llegar a ser juez de la Suprema Corte?
Por ello, la boda de Cesar Yañez conflictúa a la sociedad. No es un ejercicio asilado: Yañez ha sido el hombre que operó, desde la jefatura de gobierno hasta la última campaña, la comunicación de Andrés Manuel López Obrador. Si alguien sabe que una acción donde la austeridad se esfuma será cuestionada. A eso, agregue la publicación del festejo en las páginas de la HOLA!, la revista del corazón más famosa del mundo.
La selección de fotografías y semanario llama la atención. No, es prácticamente imposible que a Yañez se le haya ido el simbolismo y la segura condena por parte de los detractores -y algunos seguidores- del presidente electo ante la nota. Ni todo el amor del mundo nubla la visión de alguien que, de férrea forma, ha cuidado la integridad de AMLO durante casi dos décadas.
Las razones para autorizar la publicación seguro las tiene Cesar Yañez y, seguro, van más allá de una paga económica por la exclusiva. Lo que habría de analizarse es cómo la sociedad presenta como virtud lo que, en otros, condeno como defecto.
Enrique Peña y su familia abusaron de salir en las páginas de sociales antes y en los primeros años de su llegada al poder principal del país. En esos excesos, críticos y detractores señalaban la incongruencia de la familia presidencial para presentar un estilo de vida acomodado ante la miseria del país.
Hoy, estos mismos que señalaban el yerro —que los llevaría, al final, a la Casa Blanca— justifican y defienden la decisión de Yañez entre ofendidos y enojados. La congruencia de análisis por los suelos, como para lamer las suelas del nuevo poder.
Ánimos muy caldeados a semanas del inicio formal de la cuarta transformación. Nadie dude que esto solo son rounds de sombra y, en ellos, se vale todo... hasta engañar al enemigo con una transformación frívola que, al final, desenmascare enemigos y estrategias.
No comamos ansias.m