El Cardenal tapatío, Francisco Robles Ortega, dijo que la sentencia de Javier Duarte “se antoja como ficción”
Caer en simulación respecto al tema de la justicia es muy delicado, señaló el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano
Aunque aclaró que no está enterado a detalle sobre el caso particular de Javier Duarte, el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, emitió su opinión sobre la condena de nueve años de cárcel que se le impuso al ex gobernador de Veracruz, y señaló que ésta “se antoja como ficción”, por ser menor en comparación a los cargos que se le imputan al priista.
“Caer en simulación respecto al tema de la justicia pues es muy delicado, porque entonces nos da la impresión de que vivimos en un país que otra vez se ostenta como con un alto grado de impunidad.
“Entonces todo mundo puede delinquir en el entendido de que después con una ficción se hace justicia y se castiga…”, lamentó Francisco Robles Ortega, quien es también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Duarte recibió su sentencia a finales de septiembre, en la que se le condenó a 9 años de cárcel, una multa de 58 mil 890 pesos e incautación de algunos de sus predios; misma que impugnó. El político está acusado de peculado, tráfico de influencias, incumplimiento del deber legal, abuso de autoridad y desvío de recursos, entre otros cargos.
Aborto, no
En otro tema, tal como ya lo había señalado anteriormente, el Cardenal reiteró este domingo la postura que la iglesia católica guarda respecto al aborto, una que dijo, es invariable: “es la misma postura, sin imponer, sin tener el afán de obligar a que así sea, pero la iglesia no puede enseñar otra cosa que la sacralidad de la vida y el respeto que la vida merece desde su inicio natural hasta su fin natural”.
Al ser cuestionado sobre el caso de violaciones, detalló que lo que se busca entonces es ofrecer a la madre todo un escenario para apoyarla a superar el ataque, conservando su bebé.
Durante la homilía de su misa dominical en Catedral, Robles Ortega dijo a los feligreses que la iglesia no excluye a divorciados, vueltos a casar o madres solteras. “Son parte de la iglesia, y la iglesia espera poderles acompañar en esa realidad que ellos viven, sin acusarlos, sin excluirlos (…) no somos perfectos, somos incluso a veces demasiado pecadores, y nos apartamos. Pero Dios no nos excluye”.
Da la impresión de que vivimos en un país que se ostenta con un alto grado de impunidad”
Francisco Robles Ortega CARDENAL