El Tri celebra 50 años con una gran en Palacio de los Deportes
Tuvo como invitados a Armando Manzanero, Panteón Rococó y Javier Bátiz, en un recinto que congregó a 18 mil seguidores
apagaron y una ensordecedora ovación envolvió a los presentes hasta que el cantante comenzó con “Avándaro”, para seguir con su muy especial interpretación del Himno Nacional, con una bandera mexicana que ondeaba en las pantallas.
Para luego dar las buenas noches: “Viva México, cabrones”. El resto era historia, El Tri culminaba un mes de celebraciones, que incluyeron una exhibición de guitarras y pinturas y hasta un enorme mural pintado en Ciudad de México.
Tras un inicio roquerísimo, Lora mandó al infierno a la violencia, para dar paso a sus invitados. No sin antes entonar un “que chingue a su madre Donald Trump”, para seguir con “Metro Balderas”, junto al boliviano Rolando.
Posteriormente llegaron otros invitados, entre ellos el español Cirilo, pero fue con la presentación de Armando Manzanero cuando el recinto volvió a explotar, cuando el maestro entonó “Triste canción de amor” al piano. Gil Rivera, Gonzalo Curiel y el propio Manzanero entregaron un reconocimiento a Lora de parte de la Sociedad de Autores y Compositores de México, de la cual forma parte del Consejo Directivo. Las sorpresas siguieron con la presencia del argentino Luciano Napolitano, seguido de Panteón Rococó, quienes recibieron un gran aplauso. Anteriormente el recinto se iluminó cuando se escuchaba el tema “Nunca digas que no”, con las luces de los celulares.
“Quiero un aplauso chingón para recibir al maestro Javier Bátiz”, pero algo pasó, que el intérprete no salió a cantar “Oye cantinero”, sino hasta la mitad de “Oye Cantinero”, junto a Pocholo.
Para entonces el público seguía con el ánimo a la par del rocanrolero, en cuyo rostro proyectaba su felicidad.
Al cierre de la edición se esperaba la llegada de la Tremenda Korte, Andrés Calamaro y otros invitados especiales, ya que la tocada se extendió hasta la madrugada de este domingo.
La histórica velada de Alex y el Tri fue grabada en dvd; sin embargo, y como el propio Lora se dedicó a gritar por cada rincón del Palacio de los Deportes, lo importante para él y sus seguidores fue solo una cosa: “¡Que viva el rocanrol”.