Guillermo Valdés
Grito de auxilio. La alcaldesa asegura que no tienen recursos ni albergues para atender a los migrantes que van en camino
“La confianza está dañada, pese a reunión con contratistas”
Reynosa, ciudad tamaulipeca, es el principal objetivo para acceder a Estados Unidos, sin embargo, la falta de recursos para atender la contingencia y la violencia que priva en el lugar convierten la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos en una verdadera emergencia.
El ingreso por Tamaulipas es la ruta más corta, pero también la más insegura, pues solo hay que recordar la matanza de San Fernando en 2010. A ello habrá que sumarle que para la ciudad fronteriza el costo de un migrante al día es de 536 pesos, según las estimaciones de las propias autoridades, por lo que la caravana de migrantes centroamericanos puede costar hasta 3 millones 752 mil pesos diarios, durante el tiempo que tengan que esperar a que el gobierno de Estados Unidos logre dar trámite a aquellos que buscan asilo en ese país.
Maki Ortiz, presidenta municipal de Reynosa, lanza un grito de ayuda cuando comienza a evaluar el impacto que tendrá la llegada de la caravana a la ciudad.
“No tenemos la capacidad ni el recurso para enfrentar estas situaciones y creo que el problema de la migración es federal, el gobierno debe asumir y debe estar ahorita a través de la Cámara de Diputados apartando un recurso para este problema”, señala en entrevista.
Rey no sano cuenta con un espacio público o privado que permita albergara 7 mil personas, además de que entre los siete albergues que hay en la ciudad, apenas hay cabida para 150 personas en cada uno.
La seguridad es otro tema que preocupa a las autoridades; el simple traslado a la terminal de autobuses de los migrantes que son deportados requiere de medidas extraordinarias de seguridad para evitar que sean víctimas del crimen organizado.
“Rey nos a es una ciudad violenta con muchos problemas en donde necesitamos saber qué personas están llegando, por dos razones, una por ellos mismos, para no exponer los y protegerlos de la inseguridad que se vive en estas ciudades y de la probabilidad de que puedan ser captados por la delincuencia organizada, y la otra por la seguridad de un millón de habitantes que vivimosen esta ciudad y que queremos saber quiénes llegan”.
La inseguridad y la falta de recursos son solo dos graves problemas que enfrenta Reynosa, pero también lo es la posibilidad del cierre de la frontera, lo cual provocará una parálisis económica y pérdidas millonarias debido a que son al menos 2 mil 500 tráileres con perecederos y otros productos, los que cruzan a diario. El intercambio comercial es de casi 400 millones de pesos anuales.