Milenio Jalisco

El siguiente paso, aún sin definir

- JOSÉ A. BELMONT Y ALMA P. WONG CIUDAD DE MÉXICO

Ya suman 6 mil 200 indocument­ados en la capital, que hoy harán otra asamblea para decidir cómo procederán.

Dicen que la sábila limpia el ambiente y aleja las malas energías. Por eso Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, le prendió fuego a una de esas plantas en el albergue migrante en Ciudad de México.

Mientras lo hacía, Rubén, en cuclillas, celebró en pleno estadio Jesús Palillo Martínez a los “caminantes”, como se refirió a los miles de centroamer­icanos.

“Bravo por los caminantes, por su valentía, por su fortaleza. No hay seres humanos que sean ilegales”, exclamó.

Para entonces, él y Emmanuel del Real, Me me, otro de los ta cubos,ya se habían echado el primer

palo mazo con“O lita de alta mar ”: apenas necesita ron una guitarra y varios chiflidos.

Antes de terminar su ritual, Albarrán, de playera sin mangas y con su morral al hombro, pidió por los “caminantes”.

“Por todas las personas que están en movimiento, que estén con bien, que sean bienvenido­s adonde han decidido llegar, que los obstáculos se disuelvan, que todos los niños estén contentos, que coman bien, algo nutritivo, que puedan comer unos frijolitos”.

Para entonces pasaban de las 4 de la tarde en la ciudad deportiva de la Magdalena Mixhuca, Albarrán y Meme ya habían recorrido una parte de este campamento para darle la “bienvenida” a esta caravana migrante.

A su paso, algunas personas, principalm­ente trabajador­es del gobierno de Ciudad de México que los veían pasar tarareaban parte de canciones como “Ingrata” y “Eres”.

Pero para cerrar, los integrante­s de Café Tacvba decidieron interpreta­r “Flores”:

“Invítame a sentarme junto a ti. Escucharé todos tus sueños y déjame estrechar tus manos y regalarte unas pocas de ilusiones”...

Y afuera

Los alrededore­s de la Magdalena Mixhuca se han convertido en otros espacios de convivenci­a para los centroamer­icanos.

Desde temprana hora empieza el trajín entre las puertas 6 y 7 del estadio. Hombres, mujeres, niños salen y acuden a los negocios aledaños. Quienes tienen algo de dinero compran refrescos, tacos u otros alimentos que no les proporcion­an en el albergue, incluidas bebidas alcohólica­s.

Situación que en algunos casos ha incomodado a negocios, principalm­ente a los de abarrotes y vinaterías. Si bien son beneficiad­os con el consumo, después de un rato pueden padecer el estado inconvenie­nte de quienes se embriagan.

“Nosotros tenemos que parar la venta de alcohol porque cuandocomi­enzan a beber demasiado se ponen violentos y nos amenazan porno vender les ”, explica Miriam, dueña de una tienda.

A pesar del operativo de seguridad montado por la Secretaría de Seguridad en las inmediacio­nes, existen conductas que solo observan a la distancia..

 ?? JOSÉ ANTONIO BELMONT ?? En cuclillas, Rubén Albarrán.
JOSÉ ANTONIO BELMONT En cuclillas, Rubén Albarrán.

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