La prisa de López Obrador

Andrés Manuel López Obrador tiene prisa por definir sus acciones de gobierno antes de convertirse en gobierno.

Por eso, ayer anunció que los próximos 24 y 25 de noviembre se llevará a cabo una consulta popular sobre cuatro temas torales de la administración que aún no comienza: la suya.

AMLO tiene prisa y por eso consultará sobre el Tren Maya, sus proyectos para el Istmo de Tehuantepec, la nueva refinería anunciada para Tabasco y diez proyectos sociales. Todos, dijo el presidente electo, son parte de sus promesas de campaña.

¿Por qué la prisa del presidente electo? Porque sabe bien que si aplaza la consulta para una vez que sea gobierno, tendrá que hacerla conforme lo dicte la ley, y la actual ley impide que se haga como lo pretende López Obrador.

Si uno echa un vistazo a la Ley de Consulta Popular aprobada en 2014, se dará cuenta de que para que el Presidente haga una solicitud, se necesita cubrir una serie de requisitos que incluyen turnar el caso a la Cámara de Diputados o Senadores para su aprobación, pedir el visto bueno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y pedir al Instituto Nacional Electoral (INE) que la organice... en fecha de elecciones federales. Además, las peticiones para una consulta popular sólo se pueden hacer a partir del segundo año de funciones de la Cámara de Diputados o Senadores, y el presidente en funciones sólo puede presentar un tema por consulta.

Pues bien. Queda claro que si López Obrador se espera a tomar posesión, no podría hacer una consulta rápida sobre cuatro temas al mismo tiempo.

De allí, entonces, la prisa de López Obrador.

Pero al igual que ocurrió con la consulta sobre el aeropuerto de Texcoco, la que organiza ahora el presidente electo quedará al margen de la ley y, por lo mismo, será bastante ociosa. Y es que las consultas al vapor no tienen más legitimidad que la que les quiera dar su electorado. Las consultas express son organizadas por particulares,

_ sin candados para evitar manipulaciones, y con un proceso de escrutinio a puertas cerradas, lo que evita que sean totalmente transparentes. Son consultas a modo, pues, donde siempre ganarán las propuestas de AMLO.

Queda claro que si AMLO se espera a tomar posesión, no podría hacer una consulta rápida