Afirma Donald Trump
Provocan “crímenes y grandes problemas”
Las protestas de ayer contra la caravana de centroamericanos fueron más que los llamados a evitar la discriminación en una ciudad históricamente santuario de migrantes nacionales y extranjeros.
Una movilización alentada por las autoridades municipales y promovida desde las redes sociales terminó a las puertas de la Unidad Deportiva Benito Juárez, donde miles de migrantes fueron resguardados por la policía. La manifestación comenzó con unas 300 personas, algunas de ellas con el rostro cubierto, quienes lanzaban consignas contra los migrantes y cantaban al mismo tiempo el Himno Nacional mexicano.
Después, la protesta se convirtió en marcha, la cual salió de la glorieta a Cuauhtémoc, sobre el Paseo de los Héroes, hasta la glorieta de Las Tijeras —donde un grupo significativamente menor se manifestaba contra la discriminación— y siguió su camino hasta el albergue temporal, para expresar muestras de rechazo a los centroamericanos.
Los inconformes con la presencia de los extranjeros portaron pancartas en las que se leía: “Fuera maras”, “Nacionalismo mexicano unido” y “Los mexicanos comemos frijoles y tortillas todos los días”.
En la glorieta de Las Tijeras, integrantes de la diversidad sexual y algunos tijuanenses que se manifestaban contra la xenofobia decidieron dispersarse para evitar la confrontación con el contingente en el que se ma- nifestaba gente con banderas de México, pero también algunos embozados.
Los inconformes, que en ese instante sumaban ya alrededor de 500, avanzaron hacia el deportivo Benito Juárez sobre la avenida de los Héroes, continuaron por la calle Carrillo Puerto y siguieron sobre 5 de Mayo hasta el cruce con Baja California.
En ese punto, los manifestantes intentaron ingresar hacia el albergue; frente a la barrera de contención instalada en el lugar, algunos hombres comenzaron a insultar y a empujar a los efectivos policiacos que resguardaban el área para que los dejaran avanzar hacia donde se encontraban los migrantes. Sin embargo, el grupo de cerca de 100 agentes de la policía municipal los detuvo.
La manifestación estuvo integrada por habitantes de Tijuana, quienes desde la semana pasada convocaron en redes sociales a esta marcha.
Reducido apoyo
A medio kilómetro de la marcha contra la caravana se reunió un grupo bastante más pequeño, apenas unas 50 personas que se manifestaron contra la discriminación en la glorieta de Las Tijeras.
Tras la convocatoria lanzada con un día de anticipación en redes sociales, hubo poca respuesta de los habitantes de esta ciu-
dad fronteriza, a diferencia de la manifestación contra la caravana que llegó hasta las inmediaciones del albergue temporal.
Con carteles blancos y banderas de la diversidad sexual, los simpatizantes de los centroamericanos se manifestaron contra la xenofobia que se ha hecho patente entre los tijuanenses, tras la llegada de los primeros contingentes de la caravana de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, principalmente.
“Gastélum, oportunista”
Fernando Quintero, residente de Tijuana, criticó que sea el alcalde Juan Manuel Gastelúm quien encabece las muestras de rechazo a los migrantes.
"El alcalde se unió al rechazo por oportunismo, no por convicción personal, y si es por convicción, pues qué lamentable, porque lo que busca es tener un semblante de apoyo en el último año de su gestión porque no lo ha tenido nunca. Es lamentable que la cabeza de nuestra ciudad tenga este tipo de pensamientos y me decepciona un movimiento así porque no protege a la ciudad de nada, causa más incertidumbre", expresó el ciudadano.
Incluso lamentó que un sector de la sociedad compare esta caravana con los haitianos que llegaron hace poco más de un año a Tijuana y que, dijo, ahora son un ejemplo de los migrantes que deberían llegar a la ciudad.