Partidos en pedazos
Como la canción de los perritos, al perredismo ya nomás le quedan dos, dos, dos. De los dos que le quedaban, y así. Un ganador absoluto: el Presidente electo Liópez; derrotó a un partido, lo hizo polvo, lo vació...
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leía sus periódicos de papel. Así se enteró de que el senador Juan Zepeda se convirtió en el sepulturero del PRD, o lo que queda de él: “No nos hemos dado cuenta de que estamos agonizando y el último aliento lo utilizamos para seguir peleando”.
Zepeda dijo bien: en el Congreso Nacional perredista dialogaron a silletazos, botellas de agua como pedradas, en fon, nada nuevo en el PRD, o las astillas del partido, restos de lo que fue un árbol frondoso de grueso tronco (no empiecen, caray, esto es serio).
La nueva dirigencia perredista tendrá carácter provisional, colegiada e integrada por cinco perredistas, representantes de las tribus que ya no existen, pero sí un poco mucho. Es que de veras con ustedes.
La cúpula quedó instalada así: Ángel Ávila de Nueva Izquierda, Los Chuchos, que por cierto han ganado mucho peso, un nutriólogo urgente para Los Chuchos; Fernando Belaunzarán de los Galileos, uno de los pocos dirigentes serios del perredismo y quien habría merecido mejor suerte política; Adriana Díaz de Alternativa Democrática Nacional, Gil no tiene el gusto ni el disgusto; Estephany Santiago de Foro Nuevo Sol, que no es el lugar donde se realizan los conciertos, a este grupo lo encabeza Silvano Aureoles (Ay, Vivianita, a veces creo que soy el diablo) y Karen Quiroga de Vanguardia Progresista encabezada por Héctor Serrano, que renunció al PRD. Y tan tan.
Sin futuro
En marzo, una elección organizada por el INE decidirá quiénes formarán la nueva dirigencia perredista. Como la canción de los perritos, al perredismo ya nomás le quedan dos, dos, dos. De los dos que le quedaban, y así. Un ganador absoluto: el Presidente electo Liópez. Derrotó a un partido, lo hizo polvo, lo vació. En el año 2012 el PRD fue el partido más importante de la coalición que quedó en segundo lugar con 32.61% de votos.
Oigan esto: en la Cámara de Diputados, el PRD perdió 31 legisladores y pasó a ser el tercer grupo; en el 2018 se convirtió en el séptimo grupo parlamentario con 20 diputados.
En la Cámara de Senadores el PRD tiene cinco senadores. Además pasó de ser el tercer partido con más gobernadores a ser el cuarto: de las cinco gubernaturas ahora tiene dos: perdió la Ciudad de México, Morelos y Tabasco.
En los congresos estatales, el PRD es el cuarto partido con más legisladores, 77 diputados locales, pero ninguno de sus grupos parlamentarios es mayoría en algún congreso estatal. Zepeda tiene razón: el partido agoniza.
Gil se pregunta: ¿quien se opone a la hegemonía morenista? Con la pena.
En el PRI están fritos, nadie sabe nada, de hecho piensan que su partido murió; en el PAN no han logrado desterrar
al ex joven maravilla
A oscuras
Gamés mira al horizonte. Ah, qué imagen poética. ¿Quién será la oposición? El partido destruido es el PRI pero es aún el partido con más gobernadores. En el Congreso perdió 196 curules. Aigoeei.
El PAN tiene 103 curules en el Congreso y es el segundo partido con más gobernadores, el segundo también con más legisladores locales, pero el partido está hecho pedazos.
Dicho lo cual, Gilga se pregunta: ¿quiénes se opondrán a la mayoría morenista? Sabe Dios: en el PRI están fritos, nadie sabe nada, de hecho piensan que su partido murió.
En el PAN no han logrado desterrar al ex joven maravilla. Anaya se niega a entregar el partido después de su derrota. No existe el PAN como lo conocimos. Es decir, la oposición es inexistente.
Malas noticias para todos. Nadie es capaz de ceder una parte de su integridad para construir una oposición urgente.
Pobre Gamés, se devana los sesos, pero concluye que la oposición no existe y Morena va, y va, y va.
Todo es muy raro, caracho, como diría Bertrand Russell: Cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria.