Eugenio Caballero. “Roma es también una carta de amor a CdMx”
El director de arte recreó el ambiente que dominaba hace 50 años en la ciudad para contar una historia que sorprende por su actualidad
El diseño de producción que realiza Eugenio Caballero para cada película es “impecable”. Esta es la palabra que usa Alfonso Cuarónparadescribireltrabajoqueel ganador del Oscar por El laberinto del fauno realiza con cada proyecto,yRomanofuelaexcepción; Caballero tuvo que recrear parte de la Ciudad de México tal como lucíaenlosañossetentapararevivir las memorias del cineasta y las propias con esta historia.
“Fue un reto maravilloso, divertido y único en la vida, fue recrear estas memorias del Alfonso que, de alguna manera, también son mis memorias; hubo muchos momentos de cotidianeidad, mucho más de la ciudad en la que crecimos y qué delicia poder hacerle una carta de amor a la ciudad con estacinta”,dijoCaballero,sobreel trabajo que, entre otras cosas, implicórecrearconprecisiónlaAvenida Insurgentes.
“Tuvimos que entender cómo íbamos a recrear esa ciudad ya perdida, porque la Ciudad de México ya no es igual y con ello vinie- ron grandes retos como construir grandes sets y parte de Insurgentes; hablamos de los años setenta y parecen cercanos, pero no es así, son cincuenta años y la ciudad cambió, fue un reto recrear y ambientar esos espacios, más con el detalle y rigor de Alfonso, como lo que también me gusta hacer”, agregó el director de arte. Para ambientar la historia de
Roma, la herramienta principal fue la memoria y los archivos fotográficos familiares: “Lo más curioso es que cuando uno hace la investigación para una película se va a los libros, pero en esta nos tuvimos que meter a las fotos familiares y eso quedó reflejado en la cinta. Está retratada la infancia de Alfonso, pero también la mía, la casa de mis abuelos estaba a dos calles de donde filmamos la película, en Quintana Roo, recordé todo lo que viví en ese lugar”, dijo.
La historia que busca la nominación al Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera es un retrato de la discriminación y racismo en la sociedad mexicana y lo ocurrido en el México de 1971 cuando más de 100estudiantes fueron asesinados por un grupo paramilitar: “Muchas de las cosas que se tocan en la película siguen sucediendo, lo que nos cuenta Alfonso en su historia es la semilla de lo que pasa ahora; es la vida de una familia, pero a través de ellos se hace un retrato de las sociedad mexicana. Con vemos que la problemática de esa época sigue presente, creo que justo ahí es donde tiene un alcance bastante universal”, dijo.
“Fue un reto divertido, fue recrear las memorias de Alfonso, que también son mis memorias”
Eugenio Caballero Director de arte