Carabineros mexicanos
El modelo italiano de seguridad pública podría ser muy útil a México para combatir al crimen organizado, pues Italia ha logrado con éxito controlar a la mafia, me dijo el capitán Stefano Carella, agregado militar en México.
Los carabinieri dependen del Ministerio de la Defensa, pero están sujetos a la autoridad del Ministerio del Interior, sin que por ello se vulnere el estado de derecho, precisó.
La fuerza de los carabinieri nació en 1814 para restablecer el orden y la legalidad en el territorio de lo que hoy es la República italiana, cuando había mucho bandidaje y que originó lo que se conoce como la mafia. Fueron escogidos los mejores elementos del ejército, bien instruidos y con probidad, del entonces reino de Piemonte, para integrar el primer contingente de 700 carabinieri o carabineros, así llamados por su arma larga, la carabina.
Hoy, los carabineros representan la fuerza armada y la fuerza de policía más grande de Italia, con 110 mil elementos y un despliegue territorial de 7 mil cuarteles. Controlan cada rincón de la península, con una población de 60 millones de habitantes y un saldo de asesinatos en 2017 de solo 360.
Los carabinieri atienden más de 80 por ciento de las denuncias, hacen más de 75 por ciento de las detenciones en el país, sirven como guardia del presidente y brindan seguridad a las embajadas italianas en el mundo.
Los elementos son capacitados durante varios años según el rango, se forman en la disciplina militar, en el respeto a las leyes y en el apego a los derechos humanos y buenas prácticas, según los estándares internacionales.
El mando jerárquico militar dispone de un complejo sistema de controles internos que permite monitorear la actuación de cada integrante, aunque sirva aislado y lejos del mando superior, a través de sistemas tecnológicos.
El sistema de reclutamiento del futuro joven carabinero es estricto: sus familiares y antepasados no deben tener antecedentes penales y no deben estar vinculados, ni siquiera de forma lejana, a círculos delincuenciales (para ello se realiza la investigación correspondiente), nunca podrá servir en su municipio de origen y habrá de servir al menos ocho años en una región lejana de la suya.
Según el capitán Carella, la creación de la Guardia Nacional en México corresponde de hecho al modelo de los carabinieri: el mando jerárquico militar a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional y el mando institucional civil de la Secretaría de Seguridad Pública. Y no hay conflicto alguno entre ambas autoridades, como lo prueba la experiencia italiana.
La Embajada de Italia en México ofrece al nuevo gobierno de López Obrador la plena disponibilidad de colaborar en la creación de la Guardia Nacional cuyos integrantes muy bien podrían llamarse los “carabineros de México”.
Y a los italianos también les interesa cooperar en el suministro de tecnología cibernética que ayude a los mexicanos a vivir con más seguridad y tranquilidad, como me comentó el experto Claudio Ricciardi.
Los carabinieri dependen del Ministerio de Defensa, pero están sujetos
al del Interior