¿Usted hace caso a los influencers?
Muchos chavitos se van a identificar con el tema del amor.
Más me tardé en publicar mi columna de ayer sobre Andrés Manuel López Obrador en que el Presidente electo en hacer gira por diferentes televisoras.
El señor ya había ido a Tv Azteca, la noche del martes fue a Imagen Televisión más lo que se acumule de aquí al fin de semana. ¡Está increíble!
¿Por qué? Porque no está trabajando en exclusiva para Televisa y porque, con estas entrevistas, nos está diciendo que no le tiene miedo a nada ni a nadie.
Le repito, aquí está sucediendo algo muy interesante, algo que está redefiniendo la relación entre lo que será la Presidencia de la República y los medios.
Hay críticas, cuestionamientos, pero también respeto, disposición. Esto no lo veíamos antes.
Obviamente hay unos comunicadores más agresivos que otros, “chairos”, “fifís”, teorías de la conspiración y mucho entretenimiento.
¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué en estos días y no después del cambiodeadministración?¿Quién va a salir beneficiado? ¿Quién, perjudicado?
Está de pensarse. ¿A poco no? A propósito de “chairos”, “fifís” y de todas las etiquetas que utilizamos para marcar a los demás, para comunicarnos, hoy es un día importante.
Hoy a las 20:00, por Canal Once, se va a estrenar la segunda temporada de la serie
¿Y? ¿Qué tiene esto de importante? ¿A usted como por qué le tendría que interesar si seguramente ni siquiera sabe de qué le estoy escribiendo?
Porque es la primera gran serie de televisión que se hace en este país para sensibilizarnos sobre el tema de la discriminación.
Es un proyecto tan, tan, pero tan serio que está hecho con el apoyo del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Si usted no respeta al Conapred, créame que no tiene nada que estar haciendo en el México de hoy.
Los mexicanos hemos hecho de la discriminación algo tan cotidiano que ya ni la sentimos, la hemos normalizado, la hemos integrado a los aspectos más inimaginables de nuestra vida.
¡Hasta nos reímos de ella! ¡Hasta nos integramos a ella para poder hacer contacto con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo!
Y tan discriminador es el que etiqueta como el que no tolera, como el que no entiende, como el que no respeta.
es una bendición en este momento histórico tan horrible porque tiene algo que la vuelve particularmente valiosa: es una serie juvenil, como pero en su propio tono.
¿Qué significa esto? Que no está hecha como
o
Tiene un lenguaje dramático y audiovisual muy particular, muy específico, para llegarle al corazón a los chavos.
Y es que es a los jóvenes a quienes más hay que ayudar porque ellos padecen, como nadie, los estragos de la discriminación. Ellos y solo ellos pueden salvar a este país de que las cosas se pongan peor.
¿De qué trata ¿Quiénes salen? ¿Hay algún problema si usted no vio la temporada uno? ¿Qué tiene de especial esta segunda temporada?
cuenta las aventuras de un muchacho que está viviendo la transición de niño a hombre en el México de 2018.Salen puros chicos que pintan para ser los grandes talentos del futuro.
Yo destacaría, por supuesto, la presencia de Germán Bracco a quien usted, como yo, ha visto triunfar lo mismo en telenovelas como Mi marido tiene más familia que en obras de teatro como La sociedad de los poetas muertos.
Germán va a llegar alto, muy alto. Se lo juro. En caso de que usted no haya visto la temporada uno de
ni se preocupe. Yo ya vi lo nuevo y arranca de una manera tan clara, sobre un asunto tan diferente, que cualquier persona la puede entender sin ningún problema, especialmente los adolescentes. Es para ellos.
¿Qué tiene de especial esta segunda temporada? Un conflicto muygruesoconelquemuchoschavitos se van a identificar: el amor.
Hoy, el amor discrimina. Hoy, el amor etiqueta. Hoy, el amor es otra cosa, un problema, un reto.
¿Por qué cree usted que hay tantas personas tan solas a nuestro alrededor? ¿Por qué cree usted que hay tantas personas tan infelices?
Luche por ver hoy Yo soy yo por Canal Once y quédese hasta la última escena. Si no se le estruja el alma, es porque, de plano, la realidad ha acabado con usted.
Estapreguntavadirigida a todos, no solo a los más jóvenes, quienes muchos, erróneamente, consideran el público inocente y vulnerable a ser inconscientemente convencidos de consumir algo porque su héroe de internet les dice que lo hagan, o al menos muestra lo feliz que es utilizando algún producto o yendo a algún lugar en particular. Lo pregunto ahora porque no hay día que no escuche a alguien decir “No te preocupes, fue una moda, pero ya va a pasar”, pero cada vez debe quedarnos más claro que como todo lo que es información, contenidos y mercadotecnia, esto soloesalgo que se va a ir transformando con los tiempos y la tecnología. ¿Por qué hacer este planteamiento ahora? Por cuatro motivos que causalmente se me han cruzado por la vida o la pantalla (que estos días a veces parece ser lo mismo). Una niña, un estudiante de comunicación, un artículo en una revista de tecnología y Verónica Castro. Ahí les va: el otro día le pregunte a la hija de una amiga que“siyasabíaquéqueríaserde grande” y sin titubear me contestó, “quiero ser lo cual me causó una mezcla de terroryrisa.Máscuandosumamá enseguida me respondió, “quiere estudiar mercadotecnia, “¿verdad, hija?”, a lo cual la niña deunos11añossolopusocarade enojada. Yo también lo estaría, pensé, si el mensaje es “tómate una foto con el producto, artista o lugar y gana millones”, ¿estudiar cuatro años para eso?, pero es mucho más complejo que eso.
Al estudiante de comunicación le pregunté, por motivos casuales, si seguían todavía repasando las teorías de la materia que marcaban los modelos de cómo interactuamos y nos entendemos. Y también si tenían esa horrible clase de estadística diseñada para hacernosentenderlosratings.Lasegundaparteyaeracasibroma,peroala primera se me quedó viendo muy raroymedijoquejamáshabíaoído sobre los modelos de comunicación. Es cierto, son más setenteros quelosBeeGees,pero“emisor-ruido-receptor”sigueaplicando.Pues no. Ahora aprenden, y me parece perfecto, algoritmos de red, como hacer más efectivas las búsquedas virtuales y sí, estudian (al menos en este caso) las historias de éxito de los para poder ser replicadas. Me da un poco de risa porque es como en mis tiempos, todas querían ser locutoras como Charo Fernández. Pero cuando les preguntabas “¿qué querían decir si les abrían el micrófono?” se te quedaban viendo raro. No sabían que detrás de su icónica voz, Charo había roto todo tipo de barreras en un imposible esquema machista y siempre había tenido muy claro lo que quería comunicar. Si ella fue la más relevante de la radio de esos, nuestros tiempos, no fue un simple accidente por su bonita voz. El artículo que leí fue de la revista escribe como las autoridades correspondientes (The Federal Trade Comission) quieren aplicar la ley quealgunavez logró con los medios impresos, al menos en su país. Obligar a los artículos e información pagada a llevar una leyenda que diga que eso es lo que la gente está leyendo. Claro, eso es en el caso del periodismo, y las reglas no son las mismas (aunque ya hay mucha triste competencia entre los rubros). Y bueno, nos enteramos ayer de que Verónica Castro encabezará las mañanitas a la Virgen de Guadalupe por Tv Azteca y señores, si eso no es haber captado al pez grande de las de antaño, yo no sé que sea. Ese público del que ya hablamos poco está latente, sigue consumiendo tv abierta y no quiere cambiar tanto sus hábitos. Creo que nadie está exento de esas influencias, por más que cambien los medios. Es simple naturaleza humana. ¿Usted cómo lo ve?
alvaro.cueva@milenio.com
es la primera serie de televisión enfocada a sensibilizarnos
sobre la discriminación
susana.moscatel@milenio.com
Si el mensaje es “tómate una foto con el producto y gana millones”, ¿estudiar cuatro años para eso?