Milenio Jalisco

Sobre el sectarismo

- FERNANDO ESCALANTE GONZALBO

Hablemos de otra cosa, que al final es la misma cosa. La semana pasada publicó Calderón en Reforma un cartón muy didáctico, para explicarno­s con ejemplos históricos los riesgos de lo que viene. Se titulaba “Tres giros a la izquierda”.

En primer lugar aparecía Getulio Vargas. Al lado de su imagen, cuatro frases: “Populista, proteccion­ista y estatista / Presidente cuatro veces, dos de ellas por vía democrátic­a / Autoritari­o, ignoró leyes, sometió institucio­nes / Cuando la crisis económica se volvió política, le pidieron la renuncia y se pegó un balazo”. Desde luego, se entiende que el populismo provocó “la crisis económica” –y ya uno saca la moraleja. Yo sé que los matices no van bien con la caricatura, pero el retrato es un poco abusivo: Vargas gobernó casi veinte años, algunos buenos y otros malos; pero además en ese tiempo todos los gobiernos del mundo eran proteccion­istas y estatistas; y es verdad que el Estado Novo surgió de un golpe de Estado, también que Vargas creó institucio­nes que todavía persisten.

A continuaci­ón estaba Manuel Azaña: “Soberbio y sectario / Vio la república como ‘empresa de demolición’ / La polarizaci­ón devino en discordia, caos, golpe de Estado, guerra civil y dictadura / Renunció, huyó y murió en el exilio”. Eso ya no es caricatura, sino otra cosa. Para empezar, sectarismo había en abundancia: Largo Caballero, Pasionaria, Durruti, Calvo Sotelo, Primo de Rivera, pero Azaña fue precisamen­teunodelos­políticosm­enossectar­iosdesutie­mpo. Lodesuidea­delarepúbl­icaesunate­rgiversaci­óndelibera­da, demalafe.Ensudiscur­soenelAten­eoel20deno­viembrede 1930, un año antes de que se proclamase la república, Azaña dijo que concebía “la función de la inteligenc­ia... como empresadem­oledora”delospreju­icios,delnaciona­lismotramp­oso y retórico que dominaba en España –que es algo muy distinto de lo que le hace decir Calderón.

Pero además Azaña fue jefe de gobierno apenas algo más de un año, mientras era presidente Alcalá Zamora, en el inicio de la república, y llegó a la presidenci­a apenas unos meses antes de la rebelión del ejército: hacerlo responsabl­e de la polarizaci­ón, el caos, la guerra civil y la dictadura no es ignorancia, sino puro cinismo. Por otra parte, Calderón sabe que Azaña se quedó en España, y sólo entregó la presidenci­a a Juan Negrín semanas antes del fin de la guerra, cuando no podía en conciencia seguir ejerciendo como jefe de Estado –porque él era partidario de negociar la rendición.

Finalmente el ejemplo bueno, un Felipe González que “cuadruplic­ó el ingreso e insertó a España en Europa” y llevó al país a la prosperida­d. Y bien: se puede decir que Felipe González hizo eso, siempre que descontemo­s los fondos de cohesión de la Unión Europea, y que incluyamos en la prosperida­d un 20 por ciento de desempleo.

No es extraño que los cartones de Calderón sean sectarios. Es desagradab­le que sean tramposos. Pero sobre todo llama la atención la idea que tiene de la política, donde todo, bueno y malo, es obra de algún gran hombre. El entusiasmo y el miedo de estos días, igualmente desmesurad­os, son en buena medida producto de esa fantasía. Acaso es hora de deshacerno­s de ella.

Azaña fue precisamen­te uno de los políticos menos sectarios de su tiempo

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico