La Máquina y su esencia mexicana
Liga Mx. Como en su época dorada, Cruz Azul fortaleció su base nacional
Cruz Azul ha vuelto a las raíces mexicanas. Desde hace varios años, y más con las libertades que hubo en algunos torneos para alinear entre extranjeros y naturalizados sin restricción alguna, La Máquina apostaba poco por elementos nacionales; es más, en los últimos torneos apenas había entre cuatro o cinco en promedio durante sus partidos.
Sin embargo, para esta temporada y gracias a la inversión que se hizo de algunos elementos mexicanos, Cruz Azul pudo formar una base sólida que integra la mayoría de su alineación titular. De los 11 elementos que saltan por partido, siete en promedio son mexicanos: José de Jesús Corona, Julio César Domínguez, Adrián Aldrete, José Madueña, Rafael Baca, Elías Hernández y Roberto Carlos Alvarado.
Todos ellos superan los mil minutos de juego y en la mayoría de los partidos estuvieron en el esquema de Pedro Caixinha, incluso, cuando alguno llegó a faltar, hubo otros para suplirlos como Javier Salas, Gerardo Flores –que arrancó como titular, pero una lesión lo marginó– y en menor medida Misael Domínguez.
De los 19 partidos que ha disputado La Máquina, en 14 aparecieron siete mexicanos en la alineación titular, en cuatro hubo seis elementos y solo en uno Pedro mandó a cinco, dejando una mayoría de extranjeros, aunque esto sucedió en la última fecha ante Morelia, cuando decidió darle descanso a Jesús Corona y se reservó a Julio César Domínguez y Roberto Alvarado.
Desde el torneo pasado Caixinha intentaba darle paridad al número de mexicanos y extranjeros, aunque la mayoría de partidos los disputó con cinco elementos nacionales y seis foráneos. Fue el mismo caso del español Paco Jémez, que en su etapa alineaba solo entre cinco y cuatro futbolistas de nuestro país.
Tomás Boy y Sergio Bueno también tuvieron un promedio de cuatro jugadores mexicanos por partido, considerando que La Máquina cementera llegó a tener hasta 12 elementos no nacidos en México en su nómina durante el transcurso del 2015 y 2016.
Un buen augurio desde décadas atrás
Siempre que Cruz Azul apostó por futbolistas mexicanos le fue bien. Ahí están las estadísticas de su época dorada, en la que su once titular tenía mayoría de elementos nacionales y solo unos cuantos extranjeros. Sus mayores éxitos se labraron con ese filosofía.
Por ejemplo, en sus dos primeros títulos de Liga, los de la temporada 1968-69 y México 1970, no ocupó a ningún futbolista extranjero, todos eran nacionales; en los siguientes tres campeonatos: 1971-72, 1972-73 y 1973-74, en su alineación titular había ocho elementos mexicanos fijos y solo tres foráneos, el argentino Miguel Marín, el chileno Alberto Quintano y el paraguayo Eladio Vera, quienes incrementaban la calidad del plantel.
En sus siguientes dos títulos de Liga, los de las campañas 1978-79 y 1979-80, la cuota de foráneos subió a cuatro: los argentinos Miguel Marín, Miguel Ángel Cornero, José Luis Ceballos y el paraguayo Carlos Jara Saguier.
Finalmente, en el Invierno 1997, solo utilizaba tres extranjeros en su alineación: el peruano Juan Reynoso, el argentino Héctor Adomaitis y el paraguayo Julio César Yegros.
En esta temporada, Cruz Azul fue el segundo equipo que más mexicanos empleó durante sus encuentros en la alineación titular, atrás lógicamente de Chivas, que lo tiene como política.
Para esta Liguilla, de los cuatro contendientes que quedan, el conjunto de Pedro Caixinha es el que luce una base más sólida de elementos nacionales y con ellos apuesta a romper una sequía de 21 años sin título de Liga.
Hasta el momento va bien, pero falta el tramo más importante.