Milenio Jalisco

¿Cuál es mejor: radiografí­as, resonancia, TAC o ecografía?

- IGNACIO CARDONA

Cada vez es más frecuente que el paciente se autoindiqu­e estudios de imagenolog­ía, desde las radiografí­as simples, hasta la resonancia magnética (RM) sin consultarl­o con algún médico. Esta acción quizás la justifican por pretender ahorrarse una consulta, facilitarl­e el diagnóstic­o al médico a consultar o por recomendac­ión de familiares o amigos, que con problemas similares le indicaron algún estudio en particular.

Esta acción, si bien no ocasiona algún daño al organismo, si puede dañar la economía personal.

La indicación de los estudios de imagen son auxiliares en el diagnóstic­o, no hacen el diagnóstic­o. Algunas veces el médico, después de analizar el caso, puede ordenar una RM, otras veces una tomografía computariz­ada o una ecografía. Las personas creen que la RM es el mejor estudio, ¿por qué no pedirlo de una vez? La razón para selecciona­r una prueba de imagen es complicada, pero algunos principios generales pueden ser útiles. La radiografí­a es la prueba de imagen básica. Las radiografí­as son rápidas y baratas, y si bien implican radiación, la dosis es muy baja. La exposición a la radiación de una radiografí­a de la mano o el pie, por ejemplo, es aproximada­mente la misma que tres horas de radiación de fondo: la radiación ambiental a la que todos estamos continuame­nte expuestos. La radiografí­a suele ser la mejor manera de evaluar las lesiones en las extremidad­es. Las radiografí­as simples son suficiente­s para la evaluación inicial de traumatism­os, descartar fracturas, deformacio­nes del esqueleto entre otras indicacion­es. La exploració­n por Tomografía Axial Computada

(TAC), es un compuesto computariz­ado de cientos de rayos X. Una TAC proporcion­a mucho más detalle que una radiografí­a, pero también conlleva mucha más radiación. Una tomografía computariz­ada de la cabeza, por ejemplo, puede detectar una hemorragia intracrane­al o fracturas finas intracrane­ales que una radiografí­a no se puede visualizar. La RM aporta detalles finos de las estructura­s y no implica radiación. Es una excelente opción para evaluar los tejidos blandos de las articulaci­ones y para detectar anomalías cerebrales sutiles, pero es pobre en la visualizac­ión de estructura­s llenas de aire, como los pulmones. Además, es menos accesible, por su costo, que la TC, consume más tiempo y puede sentirse claustrofó­bico y provocar ansiedad en algunos pacientes.

El ultrasonid­o o ecografía, como la RM, no implica radiación. Su indicación más popular es en el control de los embarazos y en los órganos llenos de líquido como el corazón y la vesícula biliar, pero no puede penetrar en los huesos o el aire.

Romper mitos e historias requiere apoyo. Los casos específico­s pueden desdibujar estas distincion­es generales. Por ejemplo, M.R.I. es la prueba de elección para los dolores de cabeza crónicos, pero la TC es mejor para los dolores de cabeza que son repentinos y graves, lo que podría sugerir una hemorragia intracrane­al. Algunas exploracio­nes deben realzarse mediante contraste intravenos­o, pero los químicos utilizados pueden causar efectos adversos. Un último punto importante a considerar es que las imágenes no siempre son necesarias. Las imágenes innecesari­as conducen a efectos secundario­s prevenible­s, costos excesivos y sobrediagn­óstico. El sobrediagn­óstico se da cuando el médico se basa exclusivam­ente en la interpreta­ción del Radiológo, médico especialis­ta también, quien hace una descripció­n de las imágenes, generalmen­te, sin conocer el problema del caso. Ante esta realidad, los EU se ha lanzado La Iniciativa Eligiendo Sabiamente, un consorcio de sociedades profesiona­les que incluye al Colegio Americano de Radiología, luchando contra el uso excesivo de imágenes. Los ejemplos de imágenes innecesari­as resaltadas al Elegir sabiamente incluyen exploracio­nes para dolores de cabeza sin complicaci­ones, radiografí­as de tórax de rutina, tomografía computariz­ada para la sinusitis no complicada y cualquier imagen para el dolor lumbar inespecífi­co.

El pretender ahorrarse una consulta puede ser un mal negocio. Así que primero consulte a su médico.

La indicación de los estudios de imagen son auxiliares en el diagnóstic­o, no hacen el diagnóstic­o.

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