China reducirá aranceles a los autos importados de EU
Señal de distensión. A pesar de la baja, de 40 a 15%, altos funcionarios no llevarán a cabo conversaciones comerciales frente a frente hasta enero
Primera señal de una distensión de la guerra comercial, pero sigue la preocupación por el calendario para el plazo final de un acuerdo.
China acordó reducir los aranceles a los automóviles importados de EU de 40 a 15 por ciento, la primera señal concreta de una distensión en la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo desde que este mes Xi Jinping y Donald Trump acordaron una tregua de 90 días.
Liu He, el principal funcionario económico de China, comunicó la decisión a Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EU, y a Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos, en una llamada que se realizó el lunes por la noche, de acuerdo con una persona familiarizada con los detalles de la conversación.
Las preocupaciones sobre las perspectivas de una solución pacífica a la disputa comercial sacudieron los mercados desde que se acordó la tregua en la cumbre del G20 en Argentina, y los inversionistas cuestionaron si los presi- dentes de EU y China lograrían avances sustanciales en el cese al fuego de tres meses.
El acuerdo de China sobre los aranceles a los automóviles lo informó por primera vez por el Wall con las conversaciones dijo que el problema de tiempo en ambos lados hace que sea casi imposible reunirse en persona. China también cerrará durante varios días en febrero por las celebraciones del Año Nuevo Lunar, con lo que se reducirá aún más la ventana para llegar a un acuerdo.
La firmeza de la tregua comercial se puso en duda casi inmediatamente después de que se alcanzó en el marco del G20. Los funcionarios chinos y estadunidenses surgieron de las conversaciones con diferentes interpretaciones de los compromisos que se asumieron, una confusión con la que los funcionarios de la Casa Blanca tuvieron dificultades para resolver en comentarios públicos a principios de la semana pasada.
La disputa comercial se produce en un momento en que EU aumenta la presión contra Pekín en todos los ámbitos, con lo que llevó al gobierno chino a encargarse del robo de propiedad intelectual, transferencia forzada de tecnología y quejas sobre el espionaje tradicional y cibernético. Si bien se sorprendió a China con la postura cada vez más agresiva, todavía espera alcanzar un acuerdo en comercio.