Prevención de caídas
Las caídas en adultos mayores son la causa principal de lesiones que condicionan discapacidad y muerte. Según la OMS, cerca del 95% de todas las fracturas de cadera tiene como causa una caída; el 95% de los pacientes con fractura de cadera son internados en hogares de ancianos para atención de su discapacidad funcional y el 20% de los pacientes con fractura de cadera muere dentro de los siguientes 12 meses.
A nivel mundial, generan grandes costos económicos. Las caídas y el miedo a las caídas también reducen la calidad de vida. Más del 60% teme que su familiar de edad avanzada se caiga o vuelva a caer. Después de una primera caída, las personas tienen un 66% de probabilidad de tener otra caída. El miedo puede generar un círculo vicioso con reducción de la actividad física, pérdida de la condición física, deterioro funcional, deterioro de la capacidad para llevar a cabo las actividades de la vida diaria, aislamiento social, menor calidad de vida y depresión, aumentando el riesgo de caídas posteriores.
Las caídas pueden prevenirse modificando los factores de riesgo. Los factores de riesgo de caídas son el resultado de interacciones entre múltiples factores individuales y ambientales. Las enfermedades crónicas mal controladas, diabetes, cardiopatias, deterioro neurológico, vértigo, malnutrición, alteraciones visuales y auditivas entre otras, son factores de riesgo que pueden eliminarse manteniéndolas bajo control. Las alteraciones en la marcha y el equilibrio son causas modificables, con programas de ejercicios para fortalecer músculos y reeducar la marcha se reducen el riesgo de caídas y con ello se reduce el deterioro funcional, discapacidad motora, fragilidad y miedo a las caídas, aumento de la socialización y autoestima.
Se conoce mucho acerca de las causas y su prevención, sin embargo, en la práctica, la aplicación de las recomendaciones es escasa. Las modificaciones en el hogar (de bajo costo) pueden reducir significativamente las lesiones producidas por las caídas. Más vale prevenir.