Plan nacional de desarrollo y Mezcala
¿Tendremos que esperar hasta que el Plan apruebe justicia real para las comunidades?
Por todo el territorio nacional funcionarios de gobierno hacen foros de consulta para levantar aportaciones de la ciudadanía
a la formulación del Plan Nacional de Desarrollo. En ese documento habrán de quedar las metas del gobierno y los indicadores para conocer avances y dilaciones en el cumplimiento de esas metas. El ejercicio se complementa con la posibilidad de hacer propuestas por internet. El sistema diseñado es amigable y bien organizado.
Esta acción del gobierno federal, de la que se habla poco en las múltiples apariciones públicas de los altos funcionarios del gobierno, debiera generar un Plan en el cual se atiendan las propuestas ciudadanas, sea para incorporarlas a las metas y a los diferentes programas de gobierno, sea para agradecerlas y comunicar las razones de por qué no se incluyen. El ejercicio no puede acabar sólo en el documento sin una comunicación amplia accesible a todos y detallada para dar cuenta de lo que se hizo con las propuestas de los ciudadanos y ciudadanas. De otro modo seguiremos en “más de lo mismo”.
Por ejemplo, la comunidad Coca de Mezcala de la Asunción puede proponer una y cien acciones sobre el imperativo de lo expedito de la justicia, agraria y penal. Han pasado muchos años en disputas legales para lograr y mantener su carácter de comunidad originaria, para proteger sus tierras comunales de invasores, juzgadores parciales y aun de funcionarios públicos incapaces de tratarlos con respeto y de respetar sus decisiones. Hoy mismo están en un trance iniciado diez años atrás sobre una acusación de robo, la cual pesa sobre miembros de la comunidad quienes desplazaron de su tierra comunal un artefacto, cuyo dueño la colocó ahí sin permiso de la autoridad comunitaria y se dice robado por tal desplazamiento. Todos estamos observando la actuación de los magistrados encargados de la decisión. ¿Tendremos que esperar la justicia hasta que el Plan apruebe justicia real para las comunidades originarias? Por el bien de Mezcala y quince millones de personas de los pueblos originarios esperamos que no.
Está en juego la credibilidad en el gobierno. ¿Para qué un plan si no corrige vetustos problemas como la justicia? Un plan nacional implica la rectoría del Estado. Y eso es neoliberalismo, ya muerto. Bueno, con realismo, el neoliberalismo no se acaba en un día. Mientras. Habrá plan y ¿justicia?