Sin piedad y a la cabeza
No vamos a perder el tiempo en lo obvio, pero no se había visto tal espectáculo rosadegusdalupesco tan grande como el que se quedó etiquetado bajo el #AMLOremuncia (así se las gastan) a través del cual se puede comprender que en el país hubo una serie crisis de á cid ofólico. Aunque están los mismos de siempre que parecen saca dos de una mala
versión de los villanos de El complot mongol, cabe decir que se superaron con creces contribuyendo de manera muy especial a la histeria colectiva.
Sin duda, la tragedia de Minatitlán no hubiera existido sin las herencias foxistas, calderonistas y peñistas que dejaron, gracias alas complacencia con las administracionesdeFid el Herr era, Ja vi erDu arte y Y un es que no más se hizo buey. Las inercias que dañaron y pudrieron al país gracias a los denodados esfuerzos de estos aprendices de Thanos región 4, es muy difícil de revertir en tan poco tiempo, ni con los Avengers de tu lado.
No obstante, el nuevo gobierno cometió el error de menospreciar el problema, de no atacarlo desde el primer momento, pues la preocupación de la gente está centrada en la seguridad, esa es su prioridad; nada es más importante, ni pelearte toda los días con la mafia en el poder, ni la prensa fifí, ni la CNTE, ni el nuevo aigriopuerto, ni las mañaneras, ni nada de eso. Lo fundamental es generar en chinga las condiciones jurídicas y judiciales, estructurales y de desarrollo, y detenerlo más pronto las matazon es, abatirla impunidad e impedir que la gente siga viviendo en la zozobra y el atraco.
Es momento para que Andrés Manuel marque un alto, se reorganice y genere veloces y agresiva s estrategia s para combatir a toda esta mierda. Sin demagogia ni politiquería; tirando también por la borda al lastre que nomás jode. Adiós a las peleas con los enanos del tapanco y los gritones de gayola.
Amlove está obligado a convocar a todos los sectores, a todos los gobiernos y a todas las fuerzas políticas, incluyendo a las opositoras para darle en la madre al crimen organizado y olvidar las bronquitas pendejas.
No hay tiempo que perder. Valen gorro los neuras, los oportunistas, los trolls, haters y bots que vociferan desde las redes sociales. Hay que usar todo el vas to apoyo social y capital político del que se dispone-que no es poca cosa-y derrocharlo en este esfuerzo. Caiga quien caiga, ahora sí.
Es momento para que Andrés Manuel marque un alto, se reorganice