Pumas, más allá del drama
No sé qué aficionado a los Pumas podría esperar del presidente de su equipo que no reaccionara como lo hizo Rodrigo Ares de Parga, en el palco del Estadio Azteca donde vio el partido, tras consumarse la derrota ante el Cruz Azul el pasado sábado.
Lo que se ve en el video que tomó con su teléfono celular un espontáneo reportero, es a un hombre hablándole a otro, con gestos y movimientos de mano que reflejan intensidad… Seguramente (y aquí nadie podrá más que especular pues no hay audio y es imposible leer los labios), también enojo y frustración.
Quien habla es precisamente Ares de Parga… QuienrecibeesasfrasesygestosesLeandroAugusto,exjugadordelequipoyactualdirectordeportivo. El video se ha interpretado como un documento que retrata a un abusivo presidente del equipo que reclama auninocentedirectordeportivo.
Y a partir de este esquema se ha establecido el tribunal inquisidor que se dedica a quemar a los que considera, en juicios sumarios, culpables.
La realidad es que más allá de lo lógico y normal que resulta ese cuadro, es que Ares de Parga es efusivo y sabe interactuar de esa forma… Y lo otro, que Leandro es como se dice coloquialmente un verdadero pan de dios, un tipo paciente y reflexivo.
Creo pues que no hay nada raro en el cuadro que nos deja ver ese video.
La futura reestructuración de la directiva que ambiguamente se anunció en un comunicado ayer mismo, es solo producto de los pésimos resultados que el presidente, el director deportivo, los entrenadores y los jugadores de los Pumas han dado en este torneo.
¿A alguien le sorprendería que no haya cambios en éste, uno de los cuatro grandes del futbol mexicano?
Que los Pumas no clasifiquen a la Liguilla es un completo fracaso que debe arrojar responsables. Pero el futuro éxito de los universitarios dependerá de lo preciso y lo justos que sean en el proceso de ubicar responsables.
La realidad es que Rodrigo Ares de Parga es efusivo y sabe interactuar de esa forma