Una pregunta contra millones de mexicanos
Ayer, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos escuchó argumentos en contra y a favor de un asunto que calladamente la administración Trump ha empujado hace tiempo y que podría afectar gravemente el futuro de millones de mexicanos y reconfigurar la política estadunidense para siempre.
Por razones históricas, la realización del censo en Estados Unidos está en la
Constitución. En esta administración el Departamento de Comercio de EstadosUnidos, responsable del censo 2020, quiere incluir una nueva pregunta: si el censado es o no ciudadano.
Hoy sabemos que la pregunta estuvo provocada por Steve Bannon y Kris Kobach, dos cercanos asesores de Trump, y por mucho entre los más duros antiinmigrantes del grupo que llegó a gobernar en 2016.
La pregunta ha provocado una decena de demandas en contra y el asunto ya llegó a la Suprema Corte. Los reportes de la sesión de ayer, a partir de las preguntas de los ministros a los abogados, señala que la mayoría conservadora podría aprobarla.
El gobierno de Trump argumenta que lo quiere hacer para cuidar que solo voten ciudadanos, siguiendo su argumento nunca probado y más bien desmentido que en cada elección votan millones de indocumentados y no ciudadanos.
Las implicaciones pueden ser enormes. Habrá estados y municipalidades que con esos datos detallados casa por casa, barrio por barrio, podrán dividir y repartir los distrito selectora les en manera diferente, beneficiando, por supuesto, a la base republicana antiinmigrante.
Y aunque el censo tiene prohibido pasar el detalle individual de los censados a la policía, el FBI o el Departamento de Seguridad Interior; tendrán los datos y estadísticas por barrio, cuadra, municipio en donde viven más o menos indocumentados o no ciudadanos.
Eso afectará la realidad de los datos del censo.
En estos tiempos de redadas y persecución, algunas encuestas y estudios hechos en estos meses ya señalan que muchos no ciudadanos simplemente no abrirán su puerta al censo. Aquellas familias con miembros ciudadanos y otros no, dicen que simplemente mentirán. Las familias—millones de ellas mexicanas—tendrán miedo de la autoridad. Más aún.
Steve Bannon y Kris Kobach, tras el cambio al censo en EU