Esperpéntica decisión que no es delito
Dos de las grandes asignaturas pendientes de nuestropaíssonlaimpunidad y la debilidad de nuestro Estado de derecho. Más aun, estas dos patologías y lacorrupciónsealimentanmutuamente, haciéndose más difícil enfrentarlas.
Resulta inaudito y de toda gravedad que quien juró “guardar y hacer guardar la Constitución” mediante un memorándum ordene a sus secretarios violarla. Sabiéndose impune, dice que quienes creen que incurre en alguna falta, lo denuncien ante un Poder Judicial patrimonializado y convertido en cómplice de los otros Poderes, a cambio de los estratosféricos sueldos que devengan infringiendo
el 127 Constitucional.
¿A qué se debe que en nuestro país los principales funcionarios violen de manera reiterada e impune la Constitución?Cualquieradiría:porquenoexisten contrapesosentrepoderes–loquepuede serparcialmentecierto-;porlapartidización e inoperatividad del Juicio Político (queesmáspolíticoqueJuicio);oporque el Presidente de la República y la mayoríadelosgobernadoresnosonresponsables por violarla. Empero, a partir de la cátedra de impunidad impartida por AMLO el pasado 16 de abril, se llega a la siguienteconclusión:enla clase política mexicana existe una disposición implícita o explícita, deseadaonodeseada-,para no incluir en la legislación penal federal y de los estados de la república el delito de prevaricato, existente en la mayor parte de las democracias contemporáneas.
La prevaricación consiste en que un juez o funcionario público tome una decisión ilegal o apartada de la justicia, a sabiendas de que lo es, o por ignorancia inexcusable.Paraqueencuadrecomotal debe ser evidente, patente, flagrante, clamorosa y esperpéntica (así, como lo hace el Presidente de México). En otros países el prevaricato está considerado como uno de los más graves delitos de funcionarios en el ejercicio de su encargo. Pobre de México: no existe el prevaricato y aningúnfuncionarioselecastigaporviolar la Constitución.
En nuestro país, indebidamente se ha asimilado el prevaricato al abuso de autoridad o de coalición de funcionarios, cuando se trata de conductas delictivas diferentes. Para ponerlo sencillo: si el prevaricato existiera en la legislación penal,muchosjueces,magistradosyministros de la Corte ya estuvieran en la cárcel; y, si se previera como delito en la administración pública, AMLO se la pensaría dos veces para esperpénticamente violar la Constitución y sus secretarios en obedecerlo.
No se puede excusar la Constitución aduciendo razones políticas o de justicia. La verdadera justicia, la auténtica política y la democracia representativa, solo se pueden dar en un Estado Constitucional y democrático de derecho.
En 2018, México cayó cuatro lugares
._ en el Índice de Estado de derecho, pasando al lugar 92 de 113 países considerados. Con el memorándum de AMLO, seguramente en la siguiente evaluación retrocederemos más, o caeremos al último lugar.
La prevaricación consiste en que un juez o funcionario público tome una decisión ilegal o apartada de la justicia