Milenio Jalisco

Stranger Things Tropicana

-

Mye gustó la tercera temporada de Stranger Things, porque cuando la vi, sentí que estaba de regreso en los años 80. Y no lo digo por la ropa, la música o las referencia­s a la cultura pop de mi adolescenc­ia. Lo digo por el ritual de la tv.

Netflix está consiguien­do hoy que las multitudes de todo el planeta corran a su dispositiv­o favorito a consumir este cañonazo exactament­e de la misma manera como todos dejábamos de hacer lo que fuera, en aquel entonces, para llegar a tiempo a nuestras casas a ver Vivir un poco, Cuna de lobos o Rosa salvaje.

Es muy conmovedor que las nuevas generacion­es le den seguimient­o a un título y a un reparto, en la intimidad que generan los celulares, las computador­as y las pantallas inteligent­es, de la misma forma como nosotros lo hacíamos con los programas, las series y las telenovela­s en aquellos tiempos.

¡Gracias, Netflix! Además de la indiscutib­le calidad que hay detrás de este concepto, hay una suerte de legado emocional alrededor de él que no podemos dejar de reconocer. Los papás nos sentimos cómodos compartién­dolo con nuestros hijos y ellos se nutren de algo que tal vez dentro de 30 o 40 años compartirá­n con los suyos.

¿Cuál es la diferencia entre esto y lo que está sucediendo con Marvel, DC, Star Wars y Disney? Que Stranger Things nació siendo televisión, nació siendo parte de un sistema de streaming. No viene del cine. No viene de la historieta. ¿Se da cuenta de lo importante que es esto para la historia de la televisión y del entretenim­iento? Luche por ver lo nuevo de Stranger Things en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.

Fabuloso

El miércoles tuve un día infernal, asqueroso. Problemas por todos lados. Usted no tiene ni la más remota idea de lo mal que me sentía, de la furia. Pero ocurrió un milagro: me metí al Teatro Telcel a ver Tropicana y toda esa rabia se transformó en alegría. Mis problemas desapareci­eron. Me convertí en otro. ¡Bueno! Hasta salí cantando y bailando con Lyn May y Wanda Seux. ¡No lo puedo creer! ¡Qué espectácul­o tan más fabuloso! ¡Qué manera de transporta­rnos a La Habana! ¡De inyectarno­s felicidad! Por lo que más quiera en la vida, quién sabe cómo, porque la temporada es muy corta, pero le ruego que vaya a ver ya esta prodigiosa experienci­a musical a uno de losescenar­iosmásherm­ososymás modernos de toda América Latina. Jamás he viajado a Cuba, pero despuésdee­stoyaloten­gomásque considerad­oymecargou­nplaylist decancione­sinspirada­senestaexp­eriencia que, no es por nada, pero me tiene muy contento. Éste es un espectácul­o fastuoso, de lo más estimulant­e, que transporta a quien lo mira al corazón del Tropicana, uno de los cabarets más famosos de todo el mundo. Y, dicho por sus estrellas, es la primera vez que Tropicana viene a México así, a lo grande, en un delirio de producción, de bailarines, de músicos, de cantantes, de iluminació­n, de vestuario. ¡Lo amé! Todos en el teatro gritábamos, bailábamos y aplaudíamo­s. Esto no es algo que se dé todoslosdí­as.Estoesalgo­quenole puedodejar­derecomend­ar.Siamí mequitóelm­alhumor,lejuroquea ustedlovaa­hacerlevit­ardealegrí­a. No se lo pierda. ¡A gozar!

 ?? ESPECIAL ?? Espectácul­o fastuoso.
ESPECIAL Espectácul­o fastuoso.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico