Lo velan entre recuerdos
Especial. El Perro Aguayo fue acompañado por familiares, amigos y luchadores, quienes rememoraron el legado que deja el Can de Nochistlán
Se fue una de las leyendas de la lucha libre mexicana, la lanza y la de a caballo, sus dos más celebres movimientos, pasarán a la historia, pero la vida de Pedro Aguayo será siempre recordada por lo que aportó a uno de los deportes más populares del país.
Este jueves sus restos fueron velados en la perla tapatía junto a familiares, amigos y aficionados. El Can de Nochistlán fue acompañado en su velorio para reencontrarse con Pedro, su hijo, quien perdió la vida en 2015 haciendo lo que le gustaba, luchando.
Así pues, rivales de toda la vida, como El Faraón, se dieron cita para rendir homenaje al Perro; José Luis Barajas no perdió la oportunidad de hablar de lo que representó Pedro en su carrera.
“Tenerlo de rival fue precisamente muy importante para yo poder escalonar y llegar al estrellato total. Cuando tuve la oportunidad de quitarle el campeonato mundial de peso medio y de raparlo, eso fue lo que me abrió las puertas para ser estelarista en la Arena México. Tengo que agradecerle también el haber podido llegar y escalar”.
Pero en la vida de otros como Khan del Mal influyó más allá del cuadrilátero, a la raíz de la muerte de su hijo, Khan se convirtió en una persona importante para Don Pedro, por lo que se expresó así.
“Era muy querido por la gente, el rudo era muy rudo y el técnico muy idolatrado. El Perro tuvo el carisma y la bendición de haber sido el rudo más ama