Anomalía y anticipación de Baja California
No soy constitucionalista, pero tengo la impresión de que en el escándalo de Baja California, cuyo Congreso amplió tres años el tiempo del gobierno electo, estamos acudiendo a un diferendo constitucionaldesoberaníaspolíticas,undiferendo inéditoennuestrofederalismoreciente.
Eldiferendo,segúnyo,consisteenque lasoberaníaestatal,encarnadaenelCongreso
local de Baja California, está desafiando a la soberanía federal, encarnada en un artículo transitorio constitucional segúnelcualelperiododegobiernoadisputarse en la elección pasada de Baja California sería de solo dos años.
Los diputados de Baja California, en ejercicio de su soberanía y en su calidad de constituyente permanente, como cualquier soberanía legislativa, decidió ampliar el plazo del gobierno electo a cinco años desafiando el precepto federal de la Constitución federal que lo había fijado, repito, en dos.
¿Cómo se arbitra este conflicto de soberanías? ¿Cuáles pueden ser los medios de apremio de la Federación y los recursos de resistencia de la soberanía local para definirloquesucederáenBajaCalifornia?
Me parece apasionante ese dilema. De algún modo toca la esencia democrática del pacto federal, a saber: que los estados están en ese pacto porque quieren y puedenromperlocuandoquieran.
La controversia posible es enorme
EL PAÍS DE NUNCA JABAZ/GUERRA y tiene ecos catastróficos en la historia del federalismo mexicano.
La materia del conflicto, en cambio, es de una vulgaridad que desarma: un gobernador electo por la nueva fuerza política mayoritaria del país quiere ampliar tres años su tiempo de gobierno. Las resonancias de este complejo conflicto de soberanías y esta vulgar maniobra de ampliación depodercrecendesorbitadamenteantela reticencia del gobierno federal a pronunciarse sobre el asunto.
La reticencia de la Federación alimenta la sospecha de que atrás del desafío constitucional de Baja California está el proyecto de reelección del Presidente de la República. Sería la primera maniobra, el primer globo sonda, para empezar a discutir ese tema.
No hay equivalencia ninguna, me parece,entreampliarlegaloidementeeltiempo de un periodo de gobierno estatal y proponer la reelección presidencial de México.
Perolasospechaestodavíamáspotente que la realidad, y la arbitrariedad, más potente que las leyes.
Sería un globo sonda para discutir la posible reelección de AMLO