Ciclopista conflictiva
Los vecinos de Jardines del Bosque, en su enorme mayoría, están molestos con el gobierno de Guadalajara. Es, sencillamente, que la ciclopista que realiza el ayuntamientoapasosaceleradosenlaavenidaNiñosHéroes, entre Arcos y López Mateos, estrangulará la circulación. Eso está clarísimo. En las condiciones actuales, con tres carriles a cada lado del camellón, esa avenida, en las horas pico, se congestiona precisamente en López Mateos; imagine lo que será con sólo dos carriles.
Ya se vieron efectos similares con la onerosa remodelación de la glorieta Chapalita, que frena el tránsito y, en ciertas horas, exige a los conductores hasta quince minutos para pasar por donde antes se cruzaba en uno.Esosí,losconstructorescobrarondecenasdemillones por la “transformación”. Ahora la cosa huele peor. Están construyendo una carísima ciclopista de tres metros de ancho y con jardineras a los lados, robando dos carriles a la única avenida que permite el tránsito entre Jardines del Bosque y Chapalita. Ya
los veré en las horas pico.
Los vecinos presentaron posibles alternativas a ese inminente cuello de botella, pero los funcionarios no los escucharon. Por el contrario, aunque parezca increíble, les pidieron que montarán guardias día y noche, para contar los autos que pasan por la avenida y sacar conclusiones. Tal vez buscaban ganar tiempo y avanzar en las obras de la pista.
Los colonos plantearon la posibilidad de utilizar la zonafederaldelaavenidaInglaterraparalaciclopista; mejoraría la zona, no habría conflicto de tránsito y sería mucho más barata. También, como otra alternativa,propusieronconstruirlasobrelasbanquetas—ampliadas—deNiñosHéroes.Pero,alparecer,deloquese trata es de gastar la mayor cantidad de dinero: crear la más ancha ciclovía de la ciudad, con jardineras y todo, y complicar el tránsito. Para que le calcule, mide más o menos el doble de la de López Cotilla, más los jardines.
Elproblemadetransporte,tangravequevivenuestraciudadnoseatenuaráconciclovíasdeldobledeancho de las que existen en ciudades europeas.. Muy por el contrario, se estrangulará el tránsito, con la correspondientecontaminación.Pararesolverestacuestión urgeunsistemadetransportepúblicoeficienteyseguro. Lamentablemente, no lo hay; y eso obliga al uso del automóvil, a quienes, por las distancias o por la edad, no pueden trasladarse en bicicleta. Y constituyen la enorme mayoría. Existe una especie de avidez oficial por estrechar calles, generar molestias y erogar decenas de millones que, mejor utilizados, podrían aliviar a las colonias deprimidas. Hoy, autorit ariamente, el gobierno hace lo que quiere. Sin consulta. Es decir, como siempre. Lástima de políticos para una ciudadque,enelrecientemediosiglo,havistodestruir su patrimonio cultural y arquitectónico, mientras se imponen los intereses del mandatario en turno.