José Nabor, un cepalino en Coneval
E l presidente Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que se mantendrá con vida al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), aunque no precisó si continuará con la generación de información sobre la situación de la política social del país y, la metodología especializada para medir la pobreza.
El próximo lunes Coneval dará a conocer su informe sobre medición multidimensional de la pobreza 2008-2018. El nuevo titular, José Nabor Cruz Marcelo, informará sobre los resultados y será la plataforma ideal para que se conozca su pensamiento económico cepalino respecto a la pobreza y, sobre todo, los mecanismos para superarla, que sí son contrarios a la política neoliberal y comulgan más con la 4T.
Al participar en 2015, en el seminario del Colegio de México sobre las “7 tesis equivocadas sobre América Latina”, el economista y catedrático de la UNAM definió con claridad sus modelos matemáticos contrarios al liberalismo económico, y dijo que la menor participación del Estado en el establecimiento de políticas públicas provocó que México se convirtiera en un “fuerte importador de bienes agrícolas, lo que significa una gran pérdida de soberanía alimentaria”.
Planteó que “la demanda en el interior de la economía y un papel activo del Estado a través del gasto de gobierno se constituyen como elementos centrales para el crecimiento”, y que el “proceso de terciarización y principalmente el aumento del sector informal, confirman las hipótesis cepalinas acerca de que los sectores de alta productividad no se constituyeron como verdaderos polos de desarrollo”.
Cruz Marcelo consideró que “los aumentos en los salarios no agrícolas pueden contribuir a propiciar una redistribución de los ingresos. Una crítica común sobre la política de incremento salarial sostiene que disminuye los beneficios, por lo tanto, desalienta la inversión privada y la posterior expansión de la producción y el empleo. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto. Dada la existencia de capacidad productiva no utilizada —una situación bastante común en nuestra economía— los aumentos de los salarios reales pueden reducir la unidad de margen de beneficio, pero por otro lado, expanden la demanda de los asalariados y por lo tanto las ventas totales”.
Al igual que Carlos Tello, está de acuerdo en lo que aquél llamó “nacionalizar la globalización”, porque la “estructura tan heterogénea de la actual economía mexicana solo ha permitido que algunos sectores (tanto productivos como de empleo) se vean beneficiados por el proceso de apertura comercial, en detrimento de un crecimiento y desarrollo de la economía en su conjunto”.
El autor no revela en este texto cómo debe medirse la pobreza, y entre los expertos el temor es que no sea uno de sus objetivos.