Un error policial
Ayer mencionaba en este espacio que existe una línea muy delgada que separa manifestaciones y vandalismo. Pues bien: también existe una línea muy delgada que divide el actuar de la policía, y el abuso policial.
El viernes pasado quedó claro que las autoridades estatales de seguridad deben revisar a fondo el protocolo que existe (si es que realmente existe) para
enfrentar a manifestantes en el estado. Lo digo porque lo ocurrido el viernes en una estación de la Línea 2 del Tren Ligero de Guadalajara evidenció que la policía puede abusar de su poder sin mayores miramientos.
La protesta dentro de la estación Universidad de Siteur era organizada por media docena de jóvenes embozados que permitían el acceso sin pago a los usuarios de dicho servicio de transporte. Al lugar llegaron uniformados de la policía estatal para llevarse detenidos a los jóvenes, bajo el argumento de que los muchachos estaban cometiendo una falta administrativa.
El problema es que, por lo que he preguntado, y por los videos que tuve oportunidad de revisar, los jóvenes se opusieron a ser arrestados y quisieron escapar. En el forcejeo comenzaron los golpes, y al final los chavos fueron retirados a la fuerza y de ellos no se supo nada por un buen rato. Cuando finalmente fueron localizados, los detenidos mostraban huellas más que visible de haber sido golpeados.
No soy experto en seguridad, pero me parece que el objetivo de la intervención policial se cumplió de manera desproporcionada. No hubo prudencia, pero sí una acción desproporcionada de fuerza para retirarlos del lugar y multarlos.
La verdad es que lo del viernes me pareció un error policial. Si lo que se buscaba era que los jóvenes se retiraran, primero había que hacer las peticiones/advertencias necesarias, y luego intervenir. Y si al intervenir los muchachos se retiraban, entonces misión cumplida: regresaba la normalidad a la estación. Habría sido como alguna me comentó un policía veterano: "Si lo que quieres es que los vagos de una calle se retiren porque los vecinos los denunciaron, hay que llegar con la sirena de la patrulla abierta. Cuando te bajas, ya se fueron todos". Lo digo otra vez: urge revisar los protocolos.
También existe una línea muy delgada ante el abuso policial