Hacienda descarta desabasto; dice que hay “subejercicios”
Auditoría. Informará a directores las irregularidades detectadas en institutos de salud y hospitales
La auditoría realizada por la oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro, a los institutos y hospitales de alta especialidad arrojó que ninguno sufre de desabasto de medicamentos o de insumos, de hecho, la próxima semana se reunirán con los directivos para darles a conocer "la cantidad de observaciones" e irregularidades detectadas con el manejo de los recursos públicos.
Luego de aclararse que se llegó a un acuerdo y “se conjuró el paro” programado con residentes con los que trabajaran en un modelo legal para formalizar la prestación de sus servicios, Buenrostro refirió que jamás hubo restricción presupuestal de parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador hacia los institutos y hospitales debido a que, desde las pasadas administraciones, han contado con sus propios presupuestos para efectuar sus compras de medicamentos e insumos de manera directa.
“La Oficialía Mayor, en calidad de coordinadora de áreas administrativas, visitó todos los institutos para ver exactamente cuál era la situación. La próxima semana tendremos una reunión con todos los directores y le diremosloqueencontramosengeneral: que todos tenían presupuestosentodaslaspartidas”yquelos problemas de abasto “no se debió a falta de presupuesto, sino a que alguien no hizo su tarea”.
En conferencia de prensa conjunta con Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, la oficial mayor aclaró que dentro de la auditoría si detectaron algunos hospitales e institutos que operan "muy mal y tenemos que revisar, cambiar a las personas, pero no es un problema de política pública. Es un tema de personas, porque falta de recursos no hay y menos para salud".
Buenrostro aclaró que los institutos tenían un presupuesto independiente, no se incluían dentro de las compras consolidadas y los contratos los firmaban de manera directa con las farmacias y los distribuidores, en caso de caer en inexistencia, contaban con dos horas para suministrar el faltante.
“El instituto (nacional de Neurología) tenía contrato con las farmacias y éstas estaban obligadas a abastecerlo (Maypo) de manera obligada, además, detectamos un subejercicio de recursos en medicamentos. No es que no tuviera dinero. Se pudo haber pedido el dinero”, dijo Buenrostro.