¿A quién le conviene Jalisco?
En política nada es por casualidad y si también va de por medio ganar más poder, dinero y control territorial, esto alcanza cualidades de móvil para cometer cualquier atrocidad.
Por ello llama la atención que en diversas entidades del país se estén presentando situaciones de la más diversa índole, pero que, curiosamente -ajá-, coincidentemente -eeey- terminan
favoreciendo los intereses del partido gobernante y de su líder único. Demos un vistazo.
Casualmente, en Puebla murió en un accidente aéreo la pareja política más importante de esa entidad y que era adversa al proyecto central; tras nuevas elecciones, hoy gobierna a ese estado un morenista del calado del exsenador Miguel Barbosa.
En Baja California “casualmente” le ampliaron de manera ilegal el periodo constitucional, de dos a cinco años, al gobernador electo... también de origen morenista.
En Tabasco se creó expresamente una ley para apresar a manifestantes que bloqueen obras públicas, con lo que se allana, “casualmente”, el camino al proyecto petrolero presidencial de Dos Bocas, iniciativa que rechazan hasta pobladores del estado cuna del Presidente.
Ahora hablemos de Jalisco. Aquí no ganó Morena el Gobierno estatal, y algo más: una serie de hallazgos financieros tumbaron recientemente al delegado plenipotenciario del gobierno central -por presunto favoritismo en ventas de medicamentos al gobierno-, personaje que habría sido -presuntamente- mecenas del proyecto morenista en los últimos años.
Y ahora, casualmente se desencadenó una oleada violenta en Jalisco que ya ameritó un desinteresado pronunciamiento de parte del señor de las conferencias mañaneras, quien se dice preocupado por la seguridad de entidad.
“En política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera”, habría dicho Franklin D. Roosevelt, presidente de Estados Unidos, que algo sabría de política.
¿A quién le convendría una aparente debilidad política en un estado donde no ganó el oficialismo, a quién?
Casualmente se desencadenó una oleada violenta en Jalisco