Desde que llegó el republicano van más de 18 ataques contra mexicanos
Racismo. Reportes consulares obtenidos por MILENIO dan cuenta de golpizas, mensajes de odio, amenazas por parte de supremacistas blancos, pintas xenófobas en negocios e incluso dos asesinatos
Las agresiones raciales contra mexicanos en EU se encuentran en el punto más alto del que tenga registro la red consular de México en ese país, que ha detectado desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca un incremento sustancial en el número de golpizas contra ciudadanos de nuestro país, además de mensajes de odio, amenazas por parte de supremacistas blancos, pintas racistas en fachadas de negocios mexicanos e inclusodosasesinatos.
De cero incidentes racistas registrados entre 2012 y 2015, se pasóamásde18desde2016alafecha.
Relatorías consulares obtenidas por MILENIO vía la Ley Federal de Transparencia detallan la intensidad del racismo desatado contra la comunidad mexicana en algunos puntos de Estados Unidos —particularmenteelsurprofundo y los estados fronterizos—, un hecho que contrasta más cuando se toma en cuenta la baja cantidad de reportes de este tipo de incidentes en años anteriores.
En los reportes se precisa que tan solo en 2019 dos mexicanos han sido asesinados en ataques de claro tinte racial, a los que se suman los ocho fallecidos en la masacre del sábado pasado en un supermercado de El Paso. Como lo ocurrido en Texas, se trata de casos de homicidio que al final fueron catalogados como crímenes de odio y no asesinatos comunes por el gobierno mexicano y las autoridades estadunidenses por haber incluido epítetos raciales o contar con una motivación de índole racial.
Ese es el supuesto de José Muñoz, quien fue asesinado apenas en febrero pasado, en Kentucky. El joven de 25 años, originario de Guanajuato, fue baleado en un restaurante italiano después de haber sidoinsultadoporsuorigennacional. Sumuertefuecatalogadacomoheroicaporsufamilia:fallecióaltratar dedefenderaunamenordeedad,a la que un hombre afroamericano empujóyamenazó.
“El connacional fue agredido verbalmente por un afroamericano con insultos raciales por defender a una niña y posteriormente el agresor sacó un arma de fuego y disparó a quema ropa, matándolo”, reportó el consula
do en Indianápolis, el más cercano a la zona.
El juicio está pendiente, pero se estimaquelafiscalíapodríapresentarcargoscomouncasodemotivaciónracista.
Ese mismo mes, pero en Alabama, un hombre de 40 años originario de Hidalgo fue literalmente venadeado por una pandilla de motociclistas de corte supremacista: “Recibió un disparo en la cabeza. Las investigaciones federales apuntan a que el acto de violencia
fue perpetrado por una pandilla queatacaahispanosenlazona”,indicóelconsuladoenAtlanta.
Losdocumentosestablecenque el problema de racismo es de tal magnitud que la red consular lanzó desde 2018 un programa piloto para detectar no solo crímenes de odio, sino incidentes, porque entre unos y otros hay una fina línea: una agresión puede ser catalogada como un crimen, pero un insulto quedaamparadobajolalibertadde expresión. Con esa distinción sutil pero terrible, se explicó al personal de los consulados que deben estar atentos a mensajes, comentarios e imágenes de intolerancia para tratardeasistirdelamejormaneraposibleaquienseaofendido.
Pero si las palabras son difíciles de medir, lo físico no. Dentro de los registros aparece el detalle de cuatro mexicanos que han sido heridos en los últimos tres años en hechos en los que se utilizaron epítetos raciales. Es decir, del insulto se pasó a los golpes. En abril de 2018, uno incluso fue lanzado a las vías del metro en Nueva York: “El connacional fue agredido verbal y físicamente por un afroamericano que posteriormente lo aventó a las vías del metro. Afortunadamente pudo ser rescatado por varios testigos y puesto a salvo y posteriormente trasladado a un hospital, de donde fue dado de alta al día siguiente”, reportó el consulado.
Elcasofuereportadoporlapolicíaneoyorquinacomodeodio.
En julio de 2018, otro mexicano fue agredido por una multitud en Kennesaw, Georgia, por haber cometido el error de entrar a un bar caucásico.
El consulado en Atlanta tomó nota de lo ocurrido: “Recibió varios insultos y burlas por su aspecto hispano. La víctima salió del establecimiento y fue atacada por atrás por personas no identificadas”.
El caso de otro mexicano agredido en mayo de 2016 —cuando Trump ya había anunciado su candidatura presidencial acusando a México de “enviar violadores” a Estados Unidos— ejemplifica lo peor de las dinámicas detrás de los crímenes de odio y la soledad que enfrentanquienessonvíctimas.
A este joven trabajador del consulado en San Diego casi lo asfixian a bordo del transporte público. La narrativa del personal de protección consular muestra lo terrible delaexperiencia:“Despuésdeacercarse sigilosamente, un hombre le dijo: ‘I'm going to beat you up, you Mexican’ (te voy a golpear, mexicano), tras lo cual “el connacional fuesometidoconunallavealcuello y golpeado en múltiples ocasiones enelrostro.
“Después de forcejear por un lapsodetresminutos,sinquenadie en el autobús interviniera, el agredido logró escapar, cuando se abrió la puerta del autobús, con el rostro ensangrentado y varias lesiones en lacara".
Nadieleayudóenelcamión.