Millonarios y rebeldes ¿con causa?
Estando calientito el tema de Ezekiel Elliott con los Vaqueros me viene a reflexión cómo se han ido viendo más casos de jugadores que, de una forma u otra, han entrado a un estado de rebeldía, no solo contra sus equipos, sino en algunos casos, contra todo el sistema que los rodea.
Y es que después de tantos años de esfuerzo, de superarcompetencia,triunfarycuidarunfísicoenundeporte que exige tanto y deja tantas lesiones, es difícil imaginar lamotivacióndeunjugadorquehalogradorebasartodas estas pruebas y ha empezado a cobrar millones de dólaresyqueenlugardeconcentrarseensutrabajo,puedaestarse quejando de algo que, aunque le asistiera la razón, es complejo de entender toda vez que su misión es jugar. Vale cuestionar si es loable o criticable ser quien tome la iniciativa y enarbole la bandera de justicia en un sistema privado y muy cerrado como la NFL.
Recordamos casos como Le'Veon Bell quedando fuera de Pittsburgh ante sus inconformidades, y varios que creo culminan con el de Colin Kaepernick, ex QB de los 49’s, quién manifestó sus protestas sociopolíticas y se llevó de por medio a varios jugadores provocando reglas nuevas e incluso una bronca con el presidente de EU.
Yo no voy a definir los derechos y las limitaciones de expresión que puedan tener estos muchachos, solamente recalco lo extraño que se me hace que alguien que ha llegado al nivel más alto al que se puede aspirar y cobrando los mejores salarios, encuentre pretexto para quejarse y demostrar que la naturaleza humana siempre tiene algo con lo que no está de acuerdo.
Talvezeldineroempoderaaljugadorparacombatirtipo David contra Goliat a este poderoso sistema, sus dueñosypatrocinadores.Talvezeléxitoysusorígenessocioculturaleslesdanconfianzaparalanzarsecomopróceres decausas.Reiteroquenoseréyoquiendefinalarazón,ya en otra columna opinaré en este particular, lo que dejo como tema de reflexión es si, al ser reclutado por una empresa privada, debe ser agradecido o da pie a morder lamanoquelesdadecomer.Ydeahí…Aloquesigue.