Seguro Popular y sensatez
No recuerdo que seis secretarios de Estado del mismo ramo y diferentes gobiernos se hayan reunido para dirigirse al Presidente de la República y al grupo parlamentario de Morena con el fin de llamar su atención sobre un asunto particular. Así ha ocurrido ahora. Se trata de seis especialistas en salud que han trabajado a brazo partido por mejorar la vida de los pobres
en México, lo digo sin asomo de duda: Mercedes Juan López, Julio Frenk, José Narro, Guillermo Soberón, Salomón Chertorivski y José Ángel Córdova.
¿Y qué dicen? Más que decir, piden que se debata la reforma que plantea Morena en el sector salud y que pone en riesgo la vida de millones de personas. Se llama Seguro Popular y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha empezado a derruirlo sin detenerse en pensar de dónde viene, a quién sirve, qué ha logrado. Creo que fue Felipe González quien le llamó liquidacionismo a ese impulso de eliminarlo todo como si cada cosa del pasado representara un símbolo del mal.
Reproduzco dos párrafos que me parecen centrales de la carta de los ex secretarios de salud: “(…) nos parece un error crucial contenido en dicha iniciativa: la voluntad por desaparecer la Comisión Nacional de Protección Social en Salud y su brazo operativo el Seguro Popular (…). Ese error anularía uno de los avances institucionales más importantes del sistema de salud mexicano en este siglo. El Seguro Popular es una pieza que se colocó sobre el edificio construido por las generaciones anteriores de médicos, enfermeras y trabajadores de salud”.
“Por esta perseverancia México tiene hoy más camas de hospital por habitante, más médicos, más enfermeras y por eso se ha reducido continuamente la mortalidad infantil, la muerte materna y ha logrado eliminar o controlar enfermedades como la poliomielitis y la difteria, controlar el sarampión y la rubéola y contar con uno de los esquemas de vacunación más completos de nuestra región”.
Al copiar estas líneas me preguntaba si el Presidente tomaría en cuenta la carta de estos seis ex secretarios, una de las más serias de las que yo tenga memoria. Les tengo malas noticias: el Presidente no escucha sino los latidos de su corazón, y no siempre. Ojalá y yo esté equivocado.
Especialistas piden debatir la reforma que plantea Morena en salud