El regreso de la Lewinsky
Monica Lewinsky se ha determinado como la primera gran víctima del ciberbullying y en muchos sentidos tiene razón. Si bien no existían las redes sociales ni el WhatsApp en los tiempos que fue becaria de Bill Clinton. Internet empezaba a cobrar fuerza y el escándalo sin la menor duda fue uno de los que más han impactado por motivos varios tanto al entorno político como al submundo de la información escandalosa.
¿Entonces por qué querría esta mujer regresar, como una de las productoras principales, a contar su historia en la serie de Ryan Murphy, American Crime Story? Su respuesta tiene mucho sentido. Por veinte años ella no pudo controlar la narrativa. En efecto, fue una de las primeras personas en el mundo que serían definidas por siempre y para siempre por un error que cometió, y bueno, hay otras razones buenas hoy en día para hablar de temas como el juicio que casi le cuesta la presidencia a Clinton en su momento: ver eso representado en la televisión nuevamente debe poner en perspectiva las cosas que el presidente actual de Estados Unidos ha hecho. Ahora sí que una ma… la idea, casi le cuesta todo a Clinton. A Monica sin duda le costó más.
¿Cuándo cambiaron esos parámetros en la política estadunidense? ¿En la mundial? Sontemasquesindudaalguna provocaránconversacionesinteresantesrumboalaselecciones de 2020. Claro que hay muchos que opinan precisamente lo contrario. Que esto será una herramienta más para que Trump practique uno de sus deportes verborreicos favoritos: atacar a Hillary Clinton como partedelacampaña(ocomoocurrenciacuandotuitea desde el baño en la madrugada); el caso es que la carga política de semejante historia no será ignorada.
En lo personal, y lo he dicho en más de una ocasión, siento que el mundo entero atacó a la Lewinsky por todos los motivos incorrectos. Claro que hay algo que decirrespectoaunabecariaquedecidehacerlefavores sexualesaunpresidenteclaramentecasadoycarismático. Pero en la era del #MeToo entiendo porque Monica siente que es momento de contar, nuevamente su historia de esta manera. Ahora, está claro que quien tiene el poder es el responsable e, irónicamente, aunque la agresión en redes sociales está peor que nunca, tratar de humillar a una mujer por su peso o cómo se ve, mientras que su jefe sale airoso de todo el tema, no es algo que se vaya a dejar pasar tan fácil como antes. En cierta forma, esta es una revisión histórica que sin duda alguna se medirá con ratings muy altos, pero también con muchas preguntas sin respuesta.
¿Es verdad que FX considera que los tiempos políticos no tienen nada que ver? ¿Mentir sobre tu definición de lo que es sexo, siendo presidente, se equipara a la historia de OJ Simpson (tema de otra temporada de la serie)? ¿Esto va a reivindicar a los involucrados o a empeorar todo para todos? Lo cierto es que Monica narró a Vanity Fair cómo es que el productor Ryan Murphy le dijo que ella debería ser la productora de su propia historia y ganar todo el dinero por ello. Francamente, a mí no me suena mal.
“Siento que el mundo entero atacó a Monica por todos los motivos incorrectos”