¿Por qué no impulsar la charrería?
Mantener un caballo es caro, mantenerlo en forma para exhibiciones y suertes charras, más; por eso creo que se debe apoyar a quienes preservan la colorida y espectacular tradición de la charrería en Jalisco.
Hace unas semanas comenté la pobre oferta que tenemos en Guadalajara para apreciar música de mariachi sin la necesidad de soportar
ambientes etílicos o malos tratos y en un ambiente seguro, y ahora vale la pena echarle un ojo a cómo andamos en el llamado deporte nacional. Veamos. En el Área Metropolitana de Guadalajara tenemos más lienzos charros que estadios de futbol profesional aunque la inmensa mayoría están subutilizados o sobreviven de otras actividades, como bailongos, ferias y hasta “rodeos”. Está el Ignacio Zermeño, Colomos, Santa Lucía, el Margarito Yáñez, Campo Charro de Jalisco, el Juan Sánchez, Santa María Tequepexpan y La Generala, que, entiendo, ya lo cerraron en definitiva pero fue un espacio más que estuvo disponible mucho tiempo. Es decir, lugares para la práctica de la charrería los hay en todos los rumbos de la ciudad, pero ¿por qué si hay tantos lienzos es pobre y cara la oferta para apreciar exhibiciones charras? Una rápida revisada a las pocas actividades de charrería en Guadalajara, cuna de la mexicanidad, perla de occidente y sucursal del cielo, nos arroja que de manera regular solo en uno de los lienzos hay programa casi todos los fines de semana, lo cual suena positivo. ¡Ah! Pero hay un pequeño detalle: el precio que alcanzan las entradas a este tipo de espectáculos, que como le decía líneas arriba, es cara su producción. En exhibiciones ordinarias, la entrada ronda los mil 200 pesos por persona adulta. El espectáculo lo vale, claro, por supuesto, pero por esa razón queda lejos del bolsillo de muchas familias y visitantes, y aquí es cuando la gente del ramo turístico y de promoción económica podrían subirse al cuaco de la oportunidad y lazar el éxito con una suerte menos peligrosa que el paso de la muerte. ¿Por qué no impulsar la charrería con apoyos públicos, con más sedes activas, con opciones más accesibles? ¿Por qué no tener una o varias opciones de charrería buena, bonita y barata?
Lugares para practicar la charrería los hay en toda la ciudad