Los invisibles. Mirada íntima de una Noruega que fue olvidada
Una Noruega contemporánea es un país de vanguardia, progresista, seguro… Otra del pasado es de conquistador es de territorios a sangre y fuego, de navegantes, quienes incluso conservaron de mejor manera la tradición naval.
Y en medio de ambas está una sociedad de pacífico s pescadores labriegos no siempre atado sala riqueza que le dio al país el descubrimientodel petróleo. En esa atmósfera se sitúa una de las novelas más reconocidas de la literatura noruega de los últimos años, traducida al español como Los invisibles —en su título lleva su búsqueda—, de quien se considera de los escritores noruegos más importantes en la actualidad: Ro yJacobs en (1954).
Acostumbrados de este lado del océano, sobre todo en los últimos tiempos, a literatura negra o policial —en especial por la figura de Jo Nesbo, pero también de autores que, sin ser noruegos, llevan consigo la tradición nórdica—, entre ellos Stieg Larsson y Henkin Mankell, la propuesta de Jacobsen es intimista, incluso personal, pues se propuso hacer un retrato de una época y gente de la vida cotidiana.
Se trata de una pareja que vive en una pequeña isla al norte de Noruegadurante la primera mitad del siglo X X, cuando la vida de pescadores-labriegosdel archipiélago es una lucha por la supervivencia por medio del mar y la tierra. Cada uno vive con sus sueños hasta que la realidad los conecta con un mundo donde la tragedia se hace presente.
Finalista del Premio Man Booker Internacional en 2017, primer escritor noruego en lograrlo,
Los invisibles, publicado en México por Alianza de Novelas, no solo acerca al lector a un país hostil alejado de la imagen que podemos tener de él en la actualidad, sino que le permitió tener un acercamiento con su propia infancia.
Su familia confesó, en una entrevista al diario español El Mundo, que vivía en una isla parecida a la del libro; un lugar que visitaba todos los veranos, supuestamente de vacaciones, pero se convertí a en “un campo de trabajo porque nos encargábamos de pescar o recoger las alpacas de paja, de hacer todo lo necesario para vivir un año más”.
Una historia que nos aproxima a quienes no tienen los reflectores encima, pero deben sobrevivir todos los días.