Caminata por los barrios de Buenos Aires
Dos lenguajes plásticos distintos; dos paletas que trazan universos diferentes; dos formas de entender y reconfigurar la realidad quedan de manifiesto, ante la mirada gratamente sorprendida, enlaexposicióndecasimediocentenardeobrasdeJoséLuis Malo e Ignacio Guerrero en la galería Vértice. Planeada desde la amistad entre ambos autores y con el deseo de mostrar su trabajo en forma conjunta, la exposición les ha permitido
mostrar los personajes y escenarios que se proyectan desde elfondodesusintuiciones.Cadaobraesunsignodellenguaje pictórico que construyen estos estupendos autores. Cada cuadroseconvierteenunaventanaabiertahacialosmundos que, a través de años de trabajo, han ido delineando ambos artistasconlosdestellosquesurgendesupropiointerior.José Luis Malo es uno de los pintores más destacados de su generación.EgresadodelaEscueladeArtes
Plásticas de la Universidad de Guadalajara,sehaconvertidoen dueñodeunestilo inconfundibleydeunatécnicadepurada.
Ha montado numerosas exposiciones y merecidoimportantesreconocimientos. Sobresuobraescribenestudiososyautores como Guillermo Ramírez Godoy, Gabriel Martín y Arturo Camacho. Para Camacho, por ejemplo, el discurso pictórico de Malo “asimila lo mejor de la pintura mexicana realista del sigloXX;enalgunoscuadrossepercibelafuerzaexpresivade los personajes de Rafael Coronel o el dramatismo de Francisco Goitia, hay también un gusto asumido por la pintura académica del Siglo XIX”. El hilo conductor de su obra, considera, es “el estado líquido de las emociones y la soledad pétrea del hombre contemporáneo”, La fuerza expresiva que apareceenlaconfiguracióndesuspersonajesestávinculada al movimiento del trazo y brinda a Malo una de sus características distintivas; el rostro de una laceración vinculada a la periferia de “lo social”, donde se asume con resignado silencio. Muy diferente en el manejo del tono y en los principios técnicos, Ignacio Guerrero, también tapatío, es autodidacta. Un autodidacta que ha expuesto en forma individual o colectiva en más de 150 muestras y que ha ido conquistando, a partir de una raíz de regionalismo lúdico, la sobriedad y la profundidad de sus personajes y universos. Los seres que moran en su mundo(caballos,pájaros,peces,personas…) muestran la inconsciencia inocente de los habitantes de los paraísos. Finos, juguetones a veces, orgullosos desupropiapersistencia,permitenentenderquelavidaestambiénunespaciodeluzydeelegancia, dondepodemoselevarnoscomounsueño.Setratadeunaatmósfera, quizá, ligada al surrealismo; pero, a un surrealismo que enraíza en lo mexicano y alza su fronda hacia lo universal.“LaobrapictóricadeIgnacioGuerrero,diceArturoVillaseñor,essorprendenteporelrigordesubelleza”.Lamuestra está en galería Vértice Bruna en Lerdo de Tejada 2418.
Dos lenguajes plásticos distintos; dos paletas que trazan universos diferentes