Riesgos en la Línea 3: cuento de no acabar
Parece cuento de nunca acabar. Resulta casi increíble que la obra más importante y anhelada del sexenio federal anterior en Jalisco, siga constituyendo una pesadillaparacasitodalazonadeAlcalde-16deSeptiembre donde correrá en forma subterránea la Línea 3 del tren ligero. Hay daños evidentes, defectos cuyas consecuencias futuras son imprevisibles, afectaciones a templos y edificios de toda índole, más lo que se acumule.
No hay que repetir estribillos comunes, pero, la verdad, sí fueron advertidas las autoridades entoncesresponsablesdelproyectocuando,porejemplo, desde la Cámara Nacional de Empresas Consultorassehacíanseñalamientosdelasinconsistenciasy faltadeadecuadaplaneaciónydeestudiosmásprofundosyespecializadosquegarantizaranseguridad a la obra. Nada de eso. Al contrario. Primero fueron los templos aledaños, de gran significado para la ciudad incluso desde el punto de vista histórico comoeldeSanFrancisco,despuésyhastaahoracientos de vecinos, los que afrontaron solos riesgos que pueden llegar a provocar hasta una tragedia. Oídos sordos en la pasada administración, y ojalá no en la presente. Y hay que recordar que ya se tuvo una malaexperienciaconelasuntodeltúneldeHidalgo por el eventual perjuicio estructural de la mismísima Catedral tapatía.
Existe ahora un nuevo reporte que habla de riesgos bastante posibles en un hotel, cuyo inmueble fue construido hace más de sesenta años, ubicado en el centro histórico y contiguo a lo que será la estación “Catedral” del tren. Pese a la seriedad de estos problemas y posibles efectos, la administración pasada, tanto la SCT como el SITEUR, no se mostraron muy preocupadas. Vamos, incluso en temas como el de los templos, ni siquiera quienes pusieron la voz de alerta fueron tomados en cuenta ni por el Arzobispado. En realidad, siempre ha pasado lo mismo ante los señalamientos. Para las autoridades es mejor acallar y desentenderse, quizá en aras de que la obra no sufra más contratiempos.Todoello,sincontarconlasfallasen otros aspectos que desde ahora se están viendo venir,comoelasuntodelasdovelas,loqueimplicaque el tren en el que han puesto tantas expectativas los habitantesdelaurbe,conllevapeligrosquesinduda se deben a errores, a falta de previsión en estudios degeotecniayotrosy,ojaláyno,depeoresirresponsabilidades en su realización.
Además, no hay que olvidar que se trata de una obra trascendental pero que ha castigado con severidadalosvecinosdeunavastaáreadelacapitaldurante varios años y a quienes ha entrado ya una justificada desesperación ante lo que es casi la muerte de la vida comercial y económica, independientemente del temor en la fortaleza estructural de sus viviendas. La autoridad municipal, por fortuna, ha empezado a participar e interesarse en el tema ya que hay esferas de su directa competencia. Ahora, hay que extender estas preocupaciones a considerarlaintervencióndevecinosinvolucradosydehacerfrente,desernecesario,alasautoridades,lasque heredaronlasituaciónylasqueactualmente,como quiera, deben prestar atención a los ciudadanos, cansados, de una historia interminable, del cuento de nunca acabar en problemas de Línea 3.
Hay daños evidentes, defectos cuyas consecuencias futuras son imprevisibles