Ni trono, ni vacío en La Luz del Mundo
En La Luz del Mundo no hay tronos ni vacíos. El trono es el lugar de un rey, de un monarca, no de un apóstol. A lo largo de la historia de los elegidos de Dios, el lugar ocupado por ellos ha sido el del oprobio, el de la persecución, el de la acusación sin fundamento, el de las mentiras profundas, el de la compra de falsos testigos. ¿En dónde está el error -entre otros errores-, de
quienes aseguraron que el trono de Naasón Joaquín estaba vacío?
En asumir que la ausencia física del apóstol de Jesucristo implicaba una inevitable transición a un nuevo apostolado. Esto es tan falso como asegurar que el cielo es púrpura. La ausencia física no significa vacío de autoridad y La Luz del Mundo lo sabe, lo conoce, y lo vive todos los días. Por eso se llevó a cabo la Santa Convocación, porque hay autoridad apostólica; por eso se designó representantes que, a nombre del apóstol, actuaran en determinadas circunstancias; por eso miles de creyentes se movilizaron hacia la Hermosa Provincia. Así que mientras los analistas y académicos erran en sus afirmaciones, los más de seiscientos mil creyentes que estuvieron en Guadalajara constaron que, sí, ciertamente, la autoridad apostólica del hermano Naasón Joaquín se hizo presente.
Al día de hoy nadie ha podido explicar lo que ha pasado y está pasando con la Iglesia La Luz del Mundo. Nadie puede entender y explicar cómo, después de más de veinte años de estar invitando a medios nacionales a cubrir el evento de la Santa Cena, ahora lo hayan cubierto. Nadie puede entender cómo miles y miles de personas se movilizaron, participaron, escucharon, oraron, y adoraron a Dios, aún en las condiciones que vive el apóstol de Jesucristo, hermano Naasón Joaquín García. Nadie puede explicar cómo, a pesar de las noticias falsas y de las mentiras profundas que fabrica el fiscal de California contra el apóstol, y que difunden los medios de comunicación sin el más mínimo rigor ético, cerca de 50 mil personas se hayan convertido a La Luz del Mundo en los últimos tres meses. Y nadie ha podido explicar cómo, ahora más que nunca, los creyentes de La Luz del Mundo están más unidos a la elección apostólica del hermano Naasón.
Ahora más que nunca, los creyentes están más unidos