“Refundación” sin muchos cambios
La promesa de Enrique Al faro de“re fundar” J aliscoca da día se complica más y, hay que decirlo, no solamente por su causa. Sin embargo, la verdades que no se ve por dónde pueda empezar a concretar ese propósito si a nueve meses de gestión los temas esenciales no toman forma de proyectos concretos, menos de realizaciones. Vamos, ni el asunto de la seguridad ha llegado a conformar un esquema operativo sólido y eficaz. Se pospuso, quizá unos días, la puesta en marcha de la Policía Metropolitana, por ahora el único plan al que se le aprecian perfiles de efectividad y, pese a ello, de manera inesperada resulta que uno de los más importantes municipios involucrados queda ya fuera de él: T la quepa que. Los verdaderos motivos parecen no ser los esbozados ya que no deja de sentirse cierto tufo político
en la negativa de su Cabildo a pertenecer alaPM aunque ahora el organismo tan acariciado por la administración alfarista, iniciará mocho.
Por otra parte, habría que considerar el abasto de agua a la ciudad ya que tampoco se observa certidumbre en la construcción de la presa El Zapotillo, con todo y que Alfaro, junto con el gobernador guanajuatense Diego Sinhue, supuestamente acordaron con el presidente Andrés Manuel López Obrador un visto bueno para la continuación. Pues nada, simplemente el pretexto para dejar las cosas por la paz, otra vez, es el financiamiento requerido, lo que de paso deja un tanto contentos a los opositores al proyecto ya que seguramente algún día se hará la obra, pero, de momento, todo queda como está. Y vaya que Al faro ofreció su parte en cuanto a los dineros re queridos para las indemnizacionesa los lugareños afecta dos. Total, el futuro del suministro de agua con acciones que empezaron desde la administración de Guillermo Cosío, sigue en veremos y quizá no se haya resentido tanto gracias a que el generoso Chapala sigue dando todavía de sí por las buenas lluvias. Que si no… Y créase, a pesar de toda la demagogia que tampoco falta entorno al asunto, el único hecho claro es que no existen otras alternativas de solución ni a corto ni a mediano plazo.
Y luego el asunto del transporte que, definitivamente, se le ha enredado más de la cuenta al gobernador, especialmente por el rechazo popular generalizado a las nuevas tarifas, a las que se busca conceder explicación en el modelo de empresa y de servicios pero que, definitivamente, no convence a una población golpea da por un año económico muy complicado. De pilón, han crecido las dudas de que la Línea 3 vaya a operar a fin de este año, según ofrecimiento del propio presidente Ló pez Obrador. Ahora por el asunto des ocavon es y debilitamientos estructurales en edificios contiguos al tramo subterráneo bajo Alcalde y otros problemas. A estas alturas, sería difícil pensar que en poco más de cuatro meses todo quede resuelto y funcionando cuando se trata de un aspecto crucial que se había venido señalando desde hace años.
Lo mismo podríamos seguir con la intención de acabar con la corrupción, si bien surgen los primeros casos vinculados a proceso, y, más importante aún, la reforma en el Poder Judicial que enfrenta tremenda resistencia, o el caso del Tribunal Administrativo en el que dos magistrados a los que se habían congelado sus cuentas, simplemente burlaron el tema y de seguro se seguirán burlando de todos los jaliscienses en cuanto a poner por delante los intereses privados sobre los ciudadanos.
No se ve fácil la refundación buscada por Alfaro, ni siquiera en el papel ya que habrá de ser objeto de muchos consensos en la Legislatura para formar un constituyente. Lo malo es que el tiempo sigue su marcha y al cada vez más cercano primer año de gestión no se ve que vayan a cambiar mucho las cosas.
Al cada vez más cercano primer año de gestión no se ve que vayan a cambiar mucho las cosas