Celso Mariño
Inteligencia Artificial bien tapatía
Aprincipios de los años 90 escuché que Guadalajara tendría el primer sistema de semáforos “inteligentes” que agilizaría la movilidad en las principales avenidas de la ciudad y uno esperaba ver postes luminosos que –mínimohablaran como Kit, el Auto Increíble, y cedieran el paso al peatón y luego a los autos y hasta que dieran los buenos días y la hora, pero no.
Las autoridades contrataron entonces a proveedores extranjeros que instalaron los equipos, trajeron los programas y los operaron con su personal.
Entrados los años 2000 comenzaron a popularizarse los teléfonos inteligentes y gradualmente se fue hablando también de edificios inteligentes y después tooodo era “inteligente”, con excepción de algún funcionario que hasta compró unos caros cestos para la basura que -dijo- iban a “avisar” cuando estuvieran llenos para que pasaran a descargarlos con oportunidad –ajá-.
Y hace algunos años llegaron también las cámaras inteligentes: para las fotomultas y otras para registrar la matrícula de cada vehículo que pase frente a su lente y –se volvió a presumirdetectar unidades robadas o involucradas en algún ilícito.
Hasta ahora y en todos estos casos la tecnología inteligente ha sido comprada, importada, traída de otras latitudes y continentes a altos precios para usarse en este entorno tapatío que seguramente es muy distinto al de los lugares en donde se desarrolló.
Por ello me pone feliz que se esté apostando –por fin- por desarrollar Inteligencia Artificial en Guadalajara con el impulso de varias empresas de tecnología, de la academia y algunas autoridades: A media semana se formalizó el convenio para que, con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo, del Tec de Monterrey y de los jaliscienses administrados por el Estado, se desarrolle tecnología local con orientación social, que ayudará a prevenir enfermedades como la retinopatía diabética.
Ya sabemos que han habido algunos desarrollos anteriores en IA, y también sabemos que no cambiará el mundo (ni a Guadalajara) con este primer paso, pero al menos el huarache ya está apuntando hacia dónde queremos ir.
En todos estos casos la tecnología ha sido comprada, importada