Rescate estatal de Flybe, de mal en peor
La banda británica The Wurzels logró estar en las listas de éxitos de la década de 1970 cantando sobre sidra y cosechadoras. Un saludable trago de nostalgia significa que el grupo de West Country (como se conoce informalmente a una zona del sureste de Inglaterra) todavía canta en granjas locales y festivales. La sugerencia del gobierno de rescatar a Flybe, una línea aérea en dificultades con sede en la región, es un renacimiento menos bienvenido de una era de intervención del Estado.
Como la línea aérea regional más grande de Gran Bretaña, los problemas de Flybe inevitablemente se politizan. Casi 2 mil 500 puestos de trabajo están en peligro. La quiebra de la aerolínea, un año después de la de Flybmi de East Midlands
(región conformada por los condados de Derbyshire, Leicestershire, Rutland, Northamptonshire, Nottinghamshire y parte de Lincolnshire), amenazaría a los aeropuertos locales que dependen de sus servicios, como Southampton. “Nivelar” el desempeño económico fuera de Londres será el tema del próximo presupuesto del Reino Unido.
El gobierno considera recortar el impuesto a los pasajeros en los vuelos regionales como una forma de ayudar a Flybe. Esto provocaría menos críticas que apoyar a la compañía por medio de subsidios directos. El Reino Unido tiene una historia vergonzosa de rescatar todo tipo de empresas, desde compañías automotrices hasta bancos.
Existe el argumento social y económico para que los gobiernos respalden las conexiones de transporte con zonas remotas. Pero el Reino Unido debería hacer esto al subsidiar las rutas, no a una línea aérea regional en dificultades.