Cambios en el gabinete
Uno de los dos deportes favoritos de los periodistas ya comenzó: vaticinar cambios en el gabinete de los gobernantes. El otro, mucho más popular, es hacer futurismo sobre candidaturas, pero ese nos lo reservamos para finales de 2020.
Ya desde hace un par de días comenzó en Jalisco el runrun de que el gobernador Emrique Alfaro hará cambios en su equipo de trabajo, y de inmediato quienes trabajamos en medios comunicación nos pusimos alertas para descubrir cualquier mensaje, señal o filtración sobre los ajustes en el equipo de trabajo del mandatario estatal.
Y si el niño es alegre, encima viene Bárbara Casillas a entregarle un pandero cuando declara que ya desde diciembre se pidió una evaluación en las dependencias para ver cuáles cambios son necesarios tras un año de gobierno alfarista. Ahora sí que las palabras de la funcionaria fueron como el banderazo oficial para una temporada de rumores.
Lo cierto es que no hay gobernante que mantenga íntegro su gabinete por un periodo completo. en una administración tradicional hay renuncias, despidos, enroques, salidas por enfermedad y, en ocasiones, cambios por la muerte de un funcionario.
Ya Andrés Manuel López Obrador sufrió ajustes entre sus colaboradores directos. Al presidente le renunció Carlos Urzúa, titular de Hacienda, por desacuerdos en el manejo económico del país; y tuvo que pedirle la renuncia a Josefa González Blanco Ortiz Mena, se Medio Ambiente, al revelarse que detuvo la salida de un vuelo comercial porque iba retrasada al aeropuerto de la CDMX. En el caso de Jalisco ya hubo también un cambio en el gabinete: la salida del secretario de Seguridad Pública, Daniel Velasco Ramírez.
Los cambios de colaboradores, entonces, deberían ser regulares en un gobierno. Y muchos funcionarios lo saben, Pongo como ejemplo el caso de una amiga funcionaria pública en Hidalgo, quien desde que comenzó un sexenio, cada mes debía hacer un balance y auditoría de su oficina, pues su jefa les decía que debían tener todo listo para una entrega-recepción sorpresiva.
Así que ahora veremos y leeremos mucho sobre cambios en el gabinete. Y seguramente si el río suena...
Los cambios de colaboradores deberían ser regulares