¿Tecnocracia o carisma ante el covid-19?
La crisis del covid-19 ha puesto a prueba a los gobiernos. Tras varios meses queda claro que algunos han manejado la crisis mejor que otros. Estados Unidos es el país más afectado; seguido de Brasil y Rusia. América Latina se convertirá pronto en el epicentro de la pandemia y será por la ineficacia de sus gobiernos.
En contraste, Alemania, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Vietnam han paliado de manera exitosa el problema. ¿Qué tienen en común los países que han hecho mejor las cosas? La política pública comparada arrojará respuestas en algún momento, entre tanto es posible aventurar algunas hipótesis.
Por lo pronto, los líderes de estos cuatro países se apoyan en la ciencia. La canciller alemana, Ángela Merkel, bastante conocida por su perfil científico, ha sabido coordinar a la comunidad de expertos en su país para enfrentar la pandemia.
Más que una comandante en jefe,
Merkel ha sido una “científica en jefe”. La premier neozelandesa, Jacinda Ardern, ha actuado con apego riguroso a su grupo de expertos; su filosofía ha sido: “ciencia y liderazgo tienen que ir de la mano”.
La OMS ha reconocido el liderazgo técnico del premier vietnamita Nguyen Xuan Phuc, por su decisivo rol en proveer información oportuna y transparentea la población, factor clave en su exitoso modelo “proactivo”.
Corea del Sur, por su parte, ha cimentado su estrategia en la ciencia de los datos para contener el avance del virus.
Pero cuando Corea comenzó a experimentar un repunte de casos por covid-19, el presidente Moon Jae-i no dudó en salir a dar las malas noticias a la población: “esto no se acaba hasta que se acaba”, al advertir una segunda ola de contagios.
Dar las malas noticias es otro aspecto del liderazgo exitoso ante la pandemia. Merkel, Ardern, Moon y Phuc no han sido complacientes al momento de transmitir la gravedad de la pandemia. A diferencia de los líderes carismáticos, los líderes que creen en la ciencia y la técnica no se erigen como la voz del pueblo ni encarnan sus deseos.
La ironía del asunto es que los pueblos que han salido mejor librados han sido aquellos con líderes tecnocráticos y de bajo perfil, no los carismáticos y populistas.
Dar las malas noticias es otro aspecto del liderazgo exitoso