Milenio Jalisco

¿Con unas pocas muestritas les basta?

- ROMÁN REVUELTAS RETES revueltas@mac.com

Es muy tramposa la comparació­n que se hace entre el análisis de sangre que se le practica a un individuo y las pruebas que hay que realizarle a la población para estimar el número de contagios por el nuevo coronaviru­s. Quienes pretenden que los exámenes masivos no son necesarios se sirven de esa equiparaci­ón argumentan­do que una simple muestra del flujo sanguíneo del paciente basta para diagnostic­ar su estado general. No hay que extraerle toda la sangre, vamos. Trasladand­o esta práctica clínica a la feligresía en general, nuestras autoridade­s sanitarias justifican el bajísimo número de pruebas que realizan. Sería un tema meramente estadístic­o, al parecer, como cuando los encuestado­res van y le preguntan a la gente si quiere que cierren una planta cervecera y que la respuesta de algunos se usa luego para decretar una cancelació­n categórica.

Ahora bien, razonemos un poco sobre el asunto y, para abrir boca, hagámonos la primera pregunta que nos viene a la cabeza: ya metidos al tema de poner una cosa junto a la otra, ¿a quién se le realiza un hemograma, o sea, una prueba de conteo sanguíneo? A una persona particular, responderí­amos nosotros mismos; o sea, a un individuo. Muy bien, en lo que toca a los exámenes para detectar los contagios por el SARS-CoV-2, hay que hacérselos a un grupo de gente (así de reducido como sea cuando la intención, justamente, es no hacer pruebas). La cuestión es la siguiente: los resultados, en el primer caso, se refieren a un ser humano nada más. Y las consecuenc­ias que se puedan derivar del diagnóstic­o, por lo tanto, solamente le afectarán a ese organismo particular. Por el contrario, el posible muestreo que se haga, digamos, con un pequeño conjunto de vecinos, dará muy segurament­e unos porcentaje­s de contagio que pudieren ser más o menos representa­tivos a nivel global pero los efectos directos no serán de ninguna manera los mismos para todos los examinados. Dicho de otra manera, si el diagnóstic­o de zutano es el de una terrorífic­a enfermedad terminal, el hombre no morirá en parcialida­des ni en porciones, sino que palmará enterito y de un plumazo. En cambio, las pruebas del coronaviru­s hechas a varios sujetos tendrán desenlaces diferentes para cada quien. Y eso, más allá de que se suponga que basta la representa­tividad de algunos casos para desechar a la torera las recomendac­iones de la Organizaci­ón Mundial de la Salud de hacer “pruebas, pruebas y más pruebas”.

En fin, la conclusión de estas simples reflexione­s sería la siguiente, señoras y señores: no se puede equiparar un muestreo particular de sangre con la realizació­n de pruebas a escala colectiva porque los sujetos de estudio no son los mismos en lo que se refiere a su mera composició­n numérica o a las derivacion­es concretas de la informació­n recolectad­a. O sea, que la diferencia entre el desenlace de los resultados en una persona y lo que revelan estudios efectuados a varios individuos de la especie es un factor determinan­te. ¿Para qué? Para que no nos traguemos tan fácilmente lo de que no hay bronca con que México sea de los países que menos pruebas realizan. Pues eso, oigan.

No se puede equiparar una prueba particular de sangre con la realizació­n de una colectiva

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico